La pandemia por el Covid-19 trajo una serie de cambios en el ámbito laboral. La implementación del trabajo remoto, por ejemplo, ha significado un proceso de adaptación no sólo para los trabajadores, sino también para los líderes, quienes han tenido que aprender y enseñar una metodología de trabajo flexible basada en resultados, y no necesariamente en un horario de 8 horas. Por otro lado, la incertidumbre generada por la crisis ha elevado los indicadores del riesgo psicosocial en las empresas debido a que los colaboradores han estado sujetos a situaciones de mayor estrés a nivel laboral y personal.
De acuerdo con un reciente estudio realizado por expertos canadienses y publicado por la revista científica
Psychiatry Research, el impacto de la pandemia sobre la salud mental ha sido evidente. El equipo canadiense efectuó un metanálisis con datos de 55 estudios internacionales realizados entre enero y mayo de 2020, y concluyeron que la prevalencia del insomnio fue del 24%, la del trastorno por estrés postraumático alcanzó el 22%, la de la depresión se situó en 16% y la de la ansiedad llegó al 15%.
El artículo subraya que el trastorno por estrés postraumático, la ansiedad y la depresión fueron, respectivamente, cinco, cuatro y tres veces más frecuentes en comparación con lo que habitualmente reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En octubre del 2020, este último organismo publicó un
informe donde señaló que la crisis por la Covid-19 ha perturbado los servicios de salud mental críticos en el 93% de los países del mundo e instó a los líderes mundiales a actuar con rapidez y decisión para invertir más en programas de salud mental que salvan vidas, durante la pandemia y más allá de ella.
En el ámbito laboral, las alteraciones en el bienestar psicoemocional de los trabajadores pueden afectar directamente en su desempeño, y por ende en la productividad de las compañías.
Paúl Murillo, líder de Consultoría de Adecco Ecuador, menciona que para lograr un trabajador pleno, “es necesario fijar la atención no solamente en la salud física de los empleados, sino también en su salud mental. Este concepto, que suele estar asociado a temas médicos, es de vital importancia en el mundo laboral. Un colaborador que no goza de una buena salud mental, resulta un trabajador poco productivo, pues su mente no está concentrada en cumplir los objetivos durante sus horas laborales”.
En el escenario actual, invertir en la salud mental de los colaboradores es una gran decisión. De acuerdo con la OMS, por cada 1 dólar invertido en programas de prevención, se obtiene un retorno de 4 dólares, además del fortalecimiento de la marca empleador y la fidelidad de los colaboradores. Por ello, es muy importante que las organizaciones fomenten la salud y bienestar psicoemocional de sus trabajadores, con el fin de tener empleados motivados, con relaciones amigables en su entorno de trabajo y concentrados en alcanzar resultados. ¿Cómo hacerlo?
Habilitar nuevas formas de trabajo y respetar el derecho a la desconexión.
Los empleados desean conservar la mayor autonomía sobre las horas de trabajo y los horarios que disfrutaron durante los meses más críticos de la pandemia, con un equilibrio entre el trabajo a distancia y en la oficina. Al mismo tiempo, los empleadores deben asegurarse de que los empleados tengan derecho a desconectarse. La conexión constante y el sufrimiento por la falta de descanso conllevan importantes riesgos psicosociales para los empleados, como ansiedad, depresión y agotamiento.
Reinventar el liderazgo
La pandemia está ampliando la necesidad de un nuevo conjunto de habilidades de liderazgo, donde la inteligencia emocional es el nuevo estándar de oro: la nueva generación de líderes debe enmarcarse en cualidades como la empatía, la buena comunicación, la escucha activa sobre las necesidades de bienestar integral de sus empleados y la capacidad de fomentar una relación de trabajo basada en la confianza mutua en lugar de una gestión jerárquica de arriba hacia abajo.
“Se debe trabajar, principalmente, con los líderes, pues son ellos los gestores de los modelos de comunicación que se replican en la organización. Si la comunicación es agresiva y poco empática, lo normal es que se repliquen estos modelos en la organización, causando estrés, ansiedad y frustración en los colaboradores”, asegura Tamara Toledo, Máster en Salud Mental y consultora internacional asociada de Adecco Ecuador.
Incorporar programas de salud y bienestar psicoemocional
Ahora más que nunca, los empleados quieren estar seguros de que su salud y bienestar son una prioridad para la compañía en la que trabajan. En ese sentido, en el mercado existen opciones que ayudan a las empresas a fomentar y cuidar de la salud psicoemocional de sus colaboradores.
En el caso de los colaboradores, las mejoras se plasman en varios aspectos: aumento de la concentración y creatividad, desarrollo de la inteligencia emocional, reducción de los riesgos de salud tanto físicos como emocionales, lo que a su vez se ve aplicado en el mejoramiento de las relaciones con todo su entorno laboral y familiar.
Generar espacios de apoyo y escucha activa
Se deben romper las barreras jerárquicas para que los colaboradores puedan levantar la mano sin ningún tipo de temor cuando se sienten ofuscados, cargados o estresados, y encontrar una solución conjunta para atender el problema.
Entrenar a los colaboradores en el manejo de situaciones complejas
El desarrollo de habilidades blandas como la inteligencia emocional es un aspecto fundamental a considerar dentro de los equipos de trabajo. Esta no sólo incide en la autoestima, el manejo adecuado de conflictos, la resolución de problemas y el nivel de empatía, sino que también mejora considerablemente el clima laboral de la organización, aún estando en teletrabajo.
Abordar la brecha de habilidades
Los empleadores deben jugar un rol fundamental en la identificación de las necesidades que tienen sus colaboradores para el crecimiento futuro y las oportunidades disponibles, en lugar de simplemente complementar al personal con talentos externos a la empresa.
¿Cómo reconocer problemas de salud mental en el equipo de trabajo?
La salud y el bienestar mental siguen siendo un mito, aún en estos tiempos modernos. De ahí que es muy difícil que un colaborador pueda abrirse sobre este tema con su líder, pues siempre existe un tipo de recelo a revelar situaciones de estrés, depresión o sobrecarga laboral. Las señales más evidentes pueden ser: cambios en el carácter, indisposición, irritabilidad, actitudes defensivas e intolerancia son algunos síntomas que presentan los empleados que están atravesando por alguna situación que altere su bienestar mental.
Otros síntomas relacionados con un alto riesgo de pérdida de la salud y bienestar psicoemocional es el deterioro físico. “En muchos casos hemos visto que colaboradores aumentan o bajan de peso drásticamente; esto suele estar relacionado con problemas dentro de casa o con cargas excesivas de estrés y de ansiedad que sobrepasan los recursos de respuesta frente a la tensión”, asegura Toledo.
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