Varios expertos consideran el glaucoma como un ladrón silencioso de la visión debido a que hay varios pacientes que pueden ser diagnosticados con deficiencia visual pero que anteriormente no han presentado síntomas.
Esta enfermedad se puede presentar tanto en niños como en adultos, pero en los menores tiene una condición congénita, el niño nace con esta enfermedad. Los expertos recomiendan corregirla a tiempo para que esta no se propague hasta causar una ceguera irreversible. Estas enfermedades pueden ser tratadas a través de consultas clínicas y cirugías correctivas.
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El primer informe mundial sobre la visión por la Organización Mundial de la Salud detalla que más de mil millones de personas en todo el mundo viven con deficiencia visual por no haber recibido atención temprana o aún no han sido tratadas.
El glaucoma daña el nervio óptico y es lo que causa la pérdida de la visión de no ser tratada con el debido tiempo. Los niños al presentar esta enfermedad muestran una presión de humor acuoso (líquido de los ojos) que comienza a acumularse y no drena adecuadamente.
La Dra. Andrea Molinari, Oftalmóloga Pediátrica, asegura que existen dos tipos de glaucoma en niños: los que se presentan en el nacimiento (congénito) y los que se aparecen en la primera década del niño (de aparición tardía).
El único tratamiento para prevenir la ceguera por glaucoma en niños es la intervención quirúrgica.
Puede haber señales que permitan a los padres percatarse si su hijo presenta esta enfermedad: ojos grandes con coloración opaca o grisácea, aumento de parpadeo, lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz, entre otras.