Últimas funciones de la obra ‘Mi madre, mi novia y yo’ en el Teatro Sánchez Aguilar de Guayaquil
Fernando es un solterón de 43 años, nervioso e hipocondríaco, ha invitado a casa a su novia Leticia, abogada y feminista, para presentarla a su tradicional y posesiva madre, Victoria.
Si quieren empezar el fin de semana con una sonrisa liberadora no duden en asistir a la obra que abre la nueva temporada del Teatro Sánchez Aguilar. “Mi madre, mi novia y yo” es un sketch costumbrista de hora y media donde no existen tiempos muertos. Los tres actores imponen su talento y humor de manera contundente recordándonos que hacer reír es un arte que requiere precisión en las líneas y generosidad absoluta en las interactuaciones.
La obra nacida en Argentina con guión de Mechi Bove fue adaptada por el perfeccionista Lucho Mueckay quien logró componer una verdadera coreografía cómica donde cada actor tiene una partidura tan inesperada como eficiente.
¿La historia? Fernando (Fabo Doja), un soltero de 43 años, sigue viviendo con su madre Victoria (Miriam Murillo) viuda y posesiva y decide el día de nochebuena presentarle a su novia Leticia (Frances Swett). Fernando no ha dicho a Leticia que vive con su mamá, Victoria no está dispuesta a que su hijo corte ‘el cordón umbilical´ y haga su propia vida. En cuanto a Leticia es una mujer libre, feminista y moderna que piensa firmemente que “el instinto materno es un invento de la sociedad”.
Desde el primer minuto de la obra, está claro que se prendió una mecha cómica y que a cada momento puede explotar una bomba de malentendidos. ¡Y sucede! Cada 30 segundos hay una “punch line” devastadora para uno de los tres protagonistas. Victoria defiende el machismo de antaño y su rol de “primera dama” en la casa, Leticia asume su estatus de mujer empoderada, atractiva e independiente y el pobre Fernando vive en zozobras entre las dos mujeres de su vida.
Doja gesticula, hiperventila y gaguea en una actuación tan realista como “clown”, Murillo aprovecha su experiencia en televisión para imponer comentarios incisivos como si fuera la voz off de una serie y como bomba sexy Swett logra convertir el hogar en un ring al mover el piso de un novio frágil y una madre conservadora.
Los tres nos representan a todos de alguna manera y tienen su momento cumbre en la obra. Nadie se roba el show, todos alimentan la fuerza cómica del otro. Cada uno tiene una verdad entendible y unas exageraciones que nos toca como familia latina.
La obra evoluciona y poco a poco nos damos cuenta que los tres guardan secretos que reventarán entre situaciones delirantes. ¿El amor maternal puede llevarse con el amor de pareja? La respuesta llegará al final de esta comedia familiar con unos quiebres emocionales inesperados.
‘Mi madre, mi novia y yo’ es una obra que sana, que nos hace reír y reflexionar sobre la maternidad, la feminidad, el espacio del hombre en la sociedad moderna... Hay tantos temas como risas. ¡Vayan a divertirse con Fabo, Miriam y Frances y no se olviden de darles un abrazo al final de la obra... Hoy en día hacer reír es de valiente!
Últimas funciones: Viernes 24 y sábado 25 a las 20:00 en el Teatro Sánchez Aguilar.
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