Cultura

Quito invertirá USD 1’137,000 en arte y cultura hasta 2023

La dirección de Cultura del Municipio de Quito destinará 1’137,0000 para el arte y la cultura hasta 2023.

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El Plan de Reactivación Cultural del Distrito Metropolitano de Quito tiene un presupuesto de USD 1’137,0000 para las artes y la cultura. Este plan redefine la idea convencional sobre lo que implica el fomento.

El pasado miércoles 24 de agosto, la Secretaria de Cultura del Municipio de Quito presentó el Plan de Reactivación para el periodo 2021 a 2023, como respuesta de salvaguarda al sector, que de acuerdo al Sistema Integral de Información Cultural (SIIC), de marzo a diciembre de 2020 tuvo pérdidas por USD 225.24 millones.

El consumo cultural en la provincia fue otro de los elementos que se tomó en consideración para el planteamiento de este plan. Según la Encuesta de Hábitos Lectores, Prácticas y Consumos Culturales (2021), tanto el consumo como las prácticas culturales son bajos en Pichincha. En cifras, tan solo el 1,7 % de la población sobre los cinco años de edad dice realizar una práctica cultural. Mientras que el 61,89% de la población en el rango etario de 24 a 44 años asegura no consumir arte.

Con estas bases, se establece que “la reactivación económica en la cultura demanda de una política pública que se incline a la formalización y el incremento del apoyo que brinda el estado a las diferentes fases eslabones que conforman la cadena de valor del proceso de creación de las artes y la cultura...”. Y la respuesta del Municipio de Quito a la crisis del sector cultural pretende incidir no solo de forma económica, sino mediante la formulación de ordenanzas que reconfiguren la relación de los actores culturales con los espacios públicos de la ciudad.

Reactivar la cultura, invertir en ella es garantizar el cumplimento de los derechos ciudadanos de acceso al arte y al mismo tiempo, es trabajar en la formación de públicos y el fortalecimiento de la infraestructura pública e independiente. Por esto apuesta la Secretaria de Cultura del Municipio del DMQ.

El Observatorio entrevistó a Juan Martín Cueva, secretario de Cultura del Municipio del DMQ para conocer más sobre este proyecto y a María Fernanda López, docente de la cátedra de Arte Urbano en la Universidad de las Artes, quien fue asesora para el diseño de la línea de fomento de arte de calle.

"LOS RECURSOS NO REMBOLSABLES SON SOLO UNA FORMA DE FOMENTAR LOS PROYECTOS ARTÍSTICOS CULTURALES"

“El plan de incentivos al sector cultural no compite con el IFCI, más bien pensamos que de esta manera se puede aligerar un poco el peso que tiene Pichincha en las postulaciones del IFCI”, dice Juan Martín Cueva, secretario de Cultura del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, sobre uno de los ejes del Plan de Reactivación Cultural que se enfoca en la asignación de fondos y al que se puede postular hasta el 12 de septiembre (primer llamado) mediante la web Quito Cultura.

Aunque no ha existido un diálogo cercano entre el IFCI y el Municipio de Quito para el desarrollo de este plan, Cueva comenta que se encuentran pendientes de la designación del nuevo director (a) del IFCI, “porque nos parece que la articulación es fundamental, no solo a nivel operativo de las líneas de fomento, sino también a nivel de la articulación del Sistema Nacional de Cultura con el Sistema Metropolitano de Cultura, que es objeto de trabajo de uno de los borradores de ordenanza que están en proceso de discusión, para aterrizar lo que establece la ley orgánica de cultura a nivel del distrito”.

Por otro lado, la inversión total será de USD 1,137,0000 repartidas entre las categorías de artes visuales, escénicas, audiovisuales, literatura, arte urbano, artes musicales, espacios y patrimonio cultural inmaterial. Sobre el criterio para designación de los fondos, Cueva explica que se han hecho mesas de trabajo en el sector con cada una de las disciplinas artísticas y que se ha realizado un análisis de cómo se han repartido históricamente los recursos para intentar lograr una asignación más justa.

$!Distribución de los incentivos económicos por disciplina artística.

Cueva explica la naturaleza de estos fondos para el arte y la cultura, y dice que “hay que empezar a enraizar la idea de que se trata de incentivos, porque quizás estamos muy acostumbrados a la contratación pública y a los montos que abarcan el 100 % de un proyecto”. En ese sentido, estos montos no buscan cubrir el total de presupuesto de los proyectos, sino ser aportes parciales. De ahí que el fomento recaiga también en la empresa privada, cuya participación está siendo incentivada por el gobierno mediante los beneficios tributarios.

Sobre la continuidad de esta inversión para el sector cultural, Cueva explica que no se puede garantizar a futuro pues “ni el Municipio de Quito —de hecho, ningún municipio— dispone de un fondo como sí lo dispone el IFCI por disposición de la Ley Orgánica de Cultura (LOC)”.

En el caso del Municipio de Quito, los fondos disponibles dependen del Presupuesto Operativo Anual que se aprueba mediante el Consejo Metropolitano cada año.

Así mismo, es importante mencionar que el Plan de Reactivación Cultural piensa el fomento más allá de la idea de asignar fondos concursables. “En el Plan de Reactivación Cultural del DMQ se contemplan 4 ejes, solo uno de ellos tiene que ver con los fondos concursables, los demás tienen que ver con otras medidas de fomento, algunas de ellas pasan por la contratación pública”. Los otros ejes contemplan la activación y fortalecimiento de espacios e infraestructuras culturales, la democratización de las prácticas y consumos interculturales en territorio y el Impulso y fortalecimiento de emprendimientos e industrias culturales y creativas.

$!Ejes de trabajo para reactivar la cultura en Quito.

Así mismo Cueva dice que la relación entre fomento y contratación pública “parecerían una contradicción porque según la LOC en su artículo 105 y otros, se establece que los mecanismos de fomento deben estar claramente diferenciados de la contratación pública”. Con esta experiencia a la que cataloga como piloto busca hacer de la contratación pública una forma de promover la circulación y la creación artística.

Por supuesto, un plan con estos elementos tendrá desafíos, el principal, señala Cueva “es desbrozar el camino para que tanto en la institución, la Secretaria de Cultura y otras instancias del Municipio que están involucrados en este proceso de asignación de recursos para fomentar el arte y la cultura, y en el sector de los artistas, gestores, productores, se implante la idea del fomento como una corresponsabilidad y del financiamiento parcial de un proceso en ejecución”. Además, agrega que este primer intento pretende establecer una idea del fomento que pasa por la figura del convenio y no la de una inyección de recursos a través de un contrato.

“No tengo nada en contra de la contratación en artes y cultura, pero el problema es que al haber solo este mecanismo en la relación, se ha mal acostumbrado a que eso es el fomento y lamentablemente de eso no se trata”, concluye Cueva. Lo problemático aquí es que la contratación implica que el Estado o en su defecto, el funcionario público, puede decidir sobre el contenido o el formato de la obra y esto coarta la libre creación.

"LOS MUROS SE DEFIENDEN PORQUE SON DE LA GENTE QUE PONE EL CUERPO EN LA CALLE, NO DE LAS ÉLITES"

El Observatorio entrevistó a María Fernanda López, curadora e investigadora del arte de calle, quien asesoró el diseñó de las bases para la línea de fomento de arte urbano que son parte del primer eje del Plan de Reactivación Cultural del DMQ y que consiste en un programa de incentivos artísticos y culturales.

Este incentivo económico estará abierto a artistas residentes en la capital e interesados en invitar a artistas de otras provincias del país que deseen ejecutar la obra en Quito.

Con una inversión de USD 250,000 para el arte de calle, López asegura que se trata de una cifra récord y que este inicio es un primer paso, un paso digno, pero que hace falta tiempo y que aún hay mucho por hacer.

Sobre las líneas de trabajo en la categoría de arte urbano se apoyarán proyectos en las siguientes categorías: diálogo con infancias y adolescencias; procesos curatoriales de arte urbano; intervención en mediano y gran formato; trabajo con colectivos y fanzines.

López dice que estos “son estímulos para artistas urbanos, no para el que pinta en caballete y puede hacerse un muro, eso no me interesa, a mí me interesa la gente que está trabajando en calle” y luego apunta que “los muros, las paredes, las culatas de los edificios son del artista urbano”.

López da algunas pautas para que, desde el diseño de las convocatorias, se evite el tratamiento del arte urbano como un elemento “decorativo” en la ciudad.

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