Abrir este libro es como deslizar la pantalla con el dedo e ir a la aplicación de mensajería de WhatsApp. Allí, en uno de los tantos chats grupales que todos tenemos, cinco amigos discuten su arribo a una fiesta. No falta quien tiene mil excusas porque está demorado por el tráfico o el que abiertamente dice que quería llegar más tarde, porque en este país esa es la costumbre. Y está también el que se irrita porque llegó a tiempo y debe esperar al resto. Al puntual sus amigos le dicen, bromeando, que llegó incluso antes que los meseros.
La lectura de este libro es como si alguien tomara el celular de otra persona, abriera un chat al azar y boom: ahí una historia de cinco cuarentones que se encuentran en la fiesta por los 25 años de graduación del colegio, con sus alegrías y pesares, sus secretos y temores, sus recuerdos de la juventud y los desafíos de la vida adulta. Es como espiar un chat, dice José Hidalgo Pallares, quien lanzó esta, su tercera novela en noviembre pasado.
La conversación grupal está diagramada como “un WhatsApp”, así que, a medida que el lector va deslizando el dedo y pasando las páginas, encuentra unos textos sin preocupación por las normas ortográficas y gramaticales, pues así escribimos todos en el celular. Y, claro, no falta la jerga, los mensajes encriptados y las groserías que los ecuatorianos usan para demostrar afecto a sus amigos. “Y es que no podía escribir un chat en español neutro”, dice Hidalgo. Debía ser verosímil y así son los diálogos.
Obviamente, el chat grupal está intercalado con textos de “español neutro”, obedeciendo los cánones gramaticales, en los que el escritor hace hablar a los personajes para explicar quiénes son, qué sienten y qué hacen. “Pero no hay un narrador omnisciente que va presentando a los personajes”, alerta Hidalgo. Cada personaje aparece con diálogos o monólogos interiores y al pasar las páginas regresan los cincos al chat grupal y luego nuevamente saltos en el tiempo: a la juventud, a días antes de la fiesta, a la fiesta...
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José Hidalgo Pallares es economista y director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), pero conjuga su profesión con su pasión por las letras: tiene tres libros de cuentos y tres novelas. En 2019 ganó el premio Joaquín Gallegos Lara con “El manual de la derrota”. Tiene 43 años y dice que su nueva novela intenta reflejar la crisis de los 40: esa sensación bisagra de estar joven, pero saber que está envejeciendo; los desafíos de criar hijos y de ver a los padres con enfermedades; los problemas financieros; las dificultades de las relaciones de pareja... pero todo eso envuelto en una historia de amistad de cinco amigos que sigue intacta, cuatro hombres y una mujer.
“Quise escribir un retrato de mi generación, de la generación X, los últimos nacidos a finales de los 70”, describe Hidalgo. Dice que hace falta más literatura ecuatoriana porque no es que la gente lee menos que antes, sino que está leyendo más que nunca, sino que no de la manera tradicional. Ahora la gente se pasa pegada al teléfono. “Chat grupal”, bajo el sello editorial de USFQ Press, es como un teléfono, una historia contada y adaptada a estas nuevas formas de lectura.