Estamos en una época en la que las adaptaciones de videojuegos son un común denominador en las carteleras cada año. En este caso, como lo anticipábamos en la cobertura de la rueda de prensa de ‘Una película de Minecraft’, esta producción no iba a pasar desapercibida. Estaba destinada a causar comentarios y muchas expectativas. Warner Bros. y Legendary Entertainment se frotan las manos porque el filme está arrasando, sin importar las críticas.
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El director Jared Hess mezcló lo mejor de sus anteriores trabajos como Napoleón Dinamita (2004) y Nacho libre (2006) con la esencia del videojuego más popular de todos los tiempos y el aporte de talento y presencia mediática por parte de Jason Momoa como (Garrett) y Jack Black (Steve) concibió una mezcla precisa y eficaz.
En esta historia Jack Black interpreta a Steve, un oficinista aburrido que deja todo para seguir su sueño de ser minero. Al toparse con un misterioso cubo, entra al mundo de Minecraft, donde se muestra que todo es posible si tenemos como chispa la creatividad. Sin embargo, cuando un grupo liderado por Garrett (Jason Momoa), un excampeón de videojuegos, también accede al lugar, se encuentran atrapados en una batalla de supervivencia para salvar ese universo.
Aunque su trama es simple y en muchas ocasiones predecible, cumple su claro propósito: divertir. A esto se suma su estructura dirigida para toda la familia, pues si ya has visto otras películas de la filmografía de Jack Black, sabes lo que encontrarás. Sin embargo, la magia de Minecraft no radica en su historia genérica, sino en los detalles, las referencias sutiles y, sobre todo, en cómo estructura la experiencia de estar dentro de este mágico universo. Crea la sensación de estar en un ambiente de “mundo abierto", como dijo Jason Momoa, sientes que realmente puedes "caminar" en ese universo y por unos momentos volvemos a ser niños en un parque de diversiones.
Quiero destacar un aspecto que no puede pasar desapercibido, Minecraft tiene una fotografía llena de dinamismo que fortalece la atmósfera de diversión que nos vende la película. El artífice de esto es de nuestro país, el director de fotografía Enrique Chediak, quiteño quien ha estado en cintas como ‘Bumblebee’, ‘Voyagers’ y ‘127 horas’. El talento de Enrique no tiene límites, es increíble cómo logra esa sensación de estar en otro universo y, aunque los efectos visuales a veces parecen exagerados, no pierden la efectividad de crear una inmersión espectacular.
En su primer fin de semana, en el mercado estadounidense, logró superar a Mario Bros recaudando 157 millones de dólares durante los tres primeros días de estreno. Con todas las críticas y comentarios dispersos, logró vencer al gigante de Nintendo y se mantiene con paso firme en todo el mundo. Estamos ante un fenómeno global que rinde tributo a algo más que un juego, a una tradición, a un momento preciado en la vida de muchas personas que compartieron horas de diversión en este juego, que ahora lleva las fantasías de aventuras a la gran pantalla llenando de alegría a muchos seguidores de la franquicia.
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Minecraft es una combinación de locura y buen humor que será memorable en los ojos de quienes crecieron creando mundos cúbicos pixelados y en quienes tienen nostalgia por un tipo de comedia rodeada de inocencia. No busca agradar a todos, intenta tener una identidad, gracias a piezas que no siempre encajan, pero sin duda divierten y eso es digno de resaltar.