María Fernanda Lapo: La ilustradora lojana que capturó el alma de los atletas ecuatorianos en los Juegos de París 2024
Durante los Juegos de París 2024 una artista lojana se identificó con los atletas ecuatorianos, los retrató, creó un nexo con ellos y se hizo viral en redes.
María Fernanda nació con un lápiz en la mano y desde su más temprana edad escogió el arte como un estilo de vida, una respiración necesaria para percibir un mundo lleno de colores y ternura. Mafer llegó a Loja junto a sus padres Edler Fernando y Luz Amada a los cinco años de edad desde Macará. Su creatividad y entusiasmo por los diseños y dibujos la llevaron a estudiar una licenciatura de Arte y Diseño en la Universidad Técnica Particular de Loja, en donde se especializó en ilustración para los niños.
Heredó su creatividad de distintas mujeres de su familia mediante el arte textil: su bisabuela tejía con telares, su abuelita Aurora componía mediante bordados y tejidos, sus tías Zoila y Nelly son modistas experimentadas y su mami conoce los secretos de los complejos diseños de puntos tejidos.
Mafer tiene 33 años, pero nunca se quiso desprender de su niñez. Que sea con el acrílico, la acuarela, las técnicas digitales o textiles, siempre busca el trazo sencillo y las curvas cálidas que conectan con nuestra sensibilidad la más primaria.
Reportera de sensibilidad
La lojana de corazón siempre lleva una libreta de viaje donde bocetea los lugares que visita o la gente que la inspira. 'Gracias a la versatilidad de la acuarela trato de capturar la esencia de lo que me gusta y cuento historias que intentan comunicar y conectar emocionalmente con los seguidores de mi trabajo', acota Mafer que empezó a disfrutar los juegos Olímpicos de Paris 2024 con mucha emoción.
'Primero ilustré a 'La Tigra' porque su historia me conmovió mucho. Ese mismo día me encontraba triste porque había recibido una respuesta negativa sobre un trabajo al que había aplicado. Cuando Lucía ganó y contó que tuvo que vender esferos de niña para pagar sus entrenamientos (...) Yo pensé: yo nunca he pasado esas necesidades y estoy aquí lamentándome con una respuesta negativa. Y me puse a dibujar', relata.
Fue la primera ilustración de muchas más y Mafer resalta sentirse muy feliz porque mucha gente que ella no conoce se conectó con sus creaciones. 'Sentí una especie de palmadita virtual', resalta la artista cuya ilustración de Lisseth Ayoví fue la que más conmovió en redes sociales. 'Traté de retratar la dulzura y carisma que solo ella tiene', explica.
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Pareciera que Mafer ya ganó su propia medalla. Siente el cariño del público y de los medallistas que compartieron sus ilustraciones en sus perfiles. La artista free-lance ha notado un interés creciente hacia su trabajo. 'Mi sueño es dibujar la historia de cada medallista para inspirar a niños y grandes. Además quiero seguir pintando en mi cuaderno de viajes los diferentes rincones de Ecuador'.
La entrevista se termina. Mafer apaga su computadora. En las repisas de su cuarto una Coraline tejida en crochet esta parada al lado de Van Gogh y Snoopy parece conversar con un conejo blanco. En la mesa un cuaderno está medio abierto y deja adivinar una majestuosa Torre Eiffel, entre rincones mágicos del Ecuador. La atmósfera es dulce y feérica, los colores cálidos y alegres. Mafer ha creado un universo donde los sueños coquetean con la realidad. Cuando se apaguen las luces no me sorprendería que los juguetes y los muñecos salten en el cuaderno para tener un recreo.
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