Proyectarse a llegar a un modelo de desarrollo sostenible permite plantear en varios sectores nuevos patrones. Intentando alcanzar precisamente ese modelo más respetuoso con el medio ambiente. Aunque eso no se logre de la noche a la mañana y se requiera de una transición para lograrlo.
Los cambios económicos permitirían maximizar la reutilización de recursos y la dependencia a fuentes de energía renovable.
María Dolores Cima, directora del Máster en Gestión Ambiental y Energéticas de las Organizaciones de la Universidad de La Rioja (UNIR), detalla una estrategia aplicando el ‘ecodiseño’, que consiste en reutilizar la parte dañada de un producto y así alargar su vida útil.
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Los reglamentos políticos permitirán promover un modelo sostenible y acuerdos internacionales dedicados a problemáticas ambientales globales.
Como ejemplo está el Acuerdo de París, un tratado internacional jurídicamente vinculante, enfocado en el cambio climático, cuyo objetivo es limitar el calentamiento mundial. Fue firmado por 195 países.
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Individualmente se necesita de transiciones en los hábitos de consumo, uso de plásticos, alimentación, movilidad y educación.
Cima asegura que para empezar esta transición, se necesita realizar estudios en profundidad, evaluaciones ambientales e impactos que estos cambios producirán. Concluyendo que estos nuevos métodos se deberán introducir de manera programada y precavida.
La especialista afirma además que los altos costes de instalar fuentes de energías renovables pueden convertirse en problemas económicos.
Pronto será una necesidad adaptarse al uso de energías solares o eólicas, debido a que estás dependen exclusivamente del clima y no de la extracción de materiales no renovables.
Ecuador espera disminuir el 22,5% de sus emisiones hasta el 2025 y alcanzar cero emisiones de carbono para 2050. Los esfuerzos ambientales del país cuentan con los fondos de Fondo Mundial del Clima , Fondo Verde Climático, Conversación Internacional, ONU y distintos gobiernos de la Unión Europea.