Científicos israelíes publicaron el pasado miércoles 17 de marzo, avances de un estudio que podría revolucionar el camino para lograr la gestación de seres humanos fuera del útero.
El avance se titula Embriogénesis de ratón ex útero desde la pre-gastrulación hasta la organogénesis tardía, y fue publicado en la revista Nature. En él, se explica que los catedráticos hicieron crecer embriones de 250 células hasta convertirlos en fetos de ratón con órganos completamente formados, usando vientres artificiales.
Según el profesor Jacob Hanna, biólogo de células madre del Instituto de Ciencias Weizmann, en una entrevista con The Times of Israel, “hemos cultivado cientos de ratones de esta manera, en un método que ha tardado siete años en desarrollarse, y todavía estoy cautivado cada vez que lo veo”.
El desarrollo de los órganos abarcó también su sistema circulatorio y nervioso, idénticos a los que se encuentran en el útero natural. Según relata el portal NIUS, incluso el minúsculo corazón latía a las 170 pulsaciones propias de esta etapa de su desarrollo.
El logro podría ser relevante para comprender la formación de órganos en los mamíferos, incluidos los humanos, pese a que existen cuestiones éticas relacionadas con el cultivo de humanos fuera del cuerpo, como reconoció Hanna.
Continuar con este estudio resulta más complejo, pues a partir del desarrollo del embrión se viene un desafío mayor, pero los científicos aseguraron que lo que hoy parece imposible, en algún momento se logrará hacer.
Para el director de Halitus Instituto Médico, Sergio Pasqualini, “a priori cuesta creer que de un embrión se pueda llegar en algún momento a que nazca un bebé normal por todo lo que implica el desarrollo intraútero, y todas las cosas que se sabe que se ponen en juego” explicó al portal Infobae.
Sin embargo, añadió que “la realidad muchas veces supera la ficción” por lo que por ahora solo queda esperar que en algún momento también puede ocurrir con esto.
La gestación de mamíferos fuera del cuerpo es una investigación que lleva varias décadas y que hasta ahora solo se limitó a desarrollar embriones hasta una fase muy temprana.
En el 2017, el Hospital Infantil de Filadelfia creó un útero artificial y cultivó fetos de corderos por más de cuatro semanas, pero estos ya tenían sus órganos desarrollados desde el inicio.
El experimento israelí, en cambio, empezó desde cero, solo con las células madre. La ventaja que tenían a su favor es que el embrión del ratón de desarrolla en pocos días.
“Extrapolarlo a mamíferos mayores quizás sea mucho más difícil” dijo Pasqualini.
Los científicos informaron que los fetos de roedor del experimento murieron a los 11 días, ya que hasta ahora es el tiempo máximo que pueden desarrollarse en el útero artificial, sin trasplantarse al útero de un ratón.
El método usado consistió en colocar los embriones en un líquido especial para nutrir las células embrionarias y en una placa de laboratorio, y conseguir que floten en el líquido. Así consiguieron duplicar la primera etapa del desarrollo embrionario, en la que el embrión se multiplica por diez.
“El útero artificial puede permitir a los científicos avanzar en el conocimiento de los abortos espontáneos y en las dificultades de implantación de los embriones.” Dijo Hanna al New York Times.