A medida que, a nivel global, las tecnologías como Machine Learning (aprendizaje automático) o la Inteligencia Artificial alcanzan su madurez, en el Ecuador existen varias empresas que han entendido que el uso de una automatización inteligente es capaz de transformar el modelo de su negocio, trayendo múltiples beneficios y ahorros a la compañía.
Un análisis internacional de la firma Deloitte resalta que la automatización debe servir para impulsar nuevas ofertas y modelos de negocio que generen ingresos adicionales, ya que esta iniciativa es la que diferenciará a las organizaciones líderes, de sus competidores.
Este tipo de conceptos ha llevado a que empresas como Pronaca empiecen a implementar un modelo basado en la industria 4.0, en mayor o menor grado, en todas sus líneas de producción.
En su segmento de valor agregado, esta transición empezó desde el 2017, mientras que el año anterior en su planta de Embutidos Pifo la empresa automatizó su sistema de carga y de empaque de salchichas de su línea diaria. Andrés Pérez, director de Relaciones Institucionales de Pronaca, indica que con estos avances se alcanzaron importantes ahorros anuales por mejoras de fórmulas, reducción de material de empaque y eficiencias de mano de obra.
Otro ejemplo es la implementación de sistemas de control de condiciones ambientales y de alimentación en galpones de producción de pollos, para mejorar la eficiencia de cumplimiento de pesos de acuerdo con las demandas del mercado. El próximo paso de la empresa, es digitalizar la información que generan los equipos actuales para poder obtenerla en tiempo real y generar indicadores de eficiencia y calidad que permitan la toma de decisiones en línea.
Pronaca además, ha iniciado proyectos de innovación para la medición de pesos y sanidad animal, a través de interpretación de imágenes individuales en el galpón y también están en curso las mejoras en la secuenciación de producción, integrando ajustes de variables con la idea de migrar de un ajuste humano hacia ajuste basado en Machine Learning.
También existen otras empresas que nacieron con este tipo de tecnologías. Un ejemplo de ello, es la firma cuencana de tarjetas electrónicas, Tarpuq, la cual fue diseñada desde el comienzo con un formato altamente automatizado para tener un control de todos sus procesos y garantizar un producto de alta precisión.
Juan Carlos Vega, presidente ejecutivo de Tarpuq, afirma que, para operar una planta con este nivel de automatización y sofisticación tecnológica, además de la inversión en equipos, también se requirió contar con un personal altamente capacitado y calificado, tanto en las etapas de desarrollo como de producción de equipos.
Planta automatizada
Con una inversión de 35 millones de dólares, la nueva planta de Grupasa mantiene varios procesos de automatización que incluyen robótica, inteligencia artificial, Internet de las Cosas y Big Data. Dentro de su renovación tecnológica, se encuentran involucradas varios segmentos que van desde la bobina, la alimentación de láminas por medio de carros de transferencias a las imprentas, la optimización en el paletizado, stretch film o enzunchado en el macro bulto, hasta el envío del material al despacho.
La nueva planta, inaugurada en este año, tiene una extensión de 25.000 metros cuadrados y está ubicada en el Parque Industrial El Sauce, en Guayaquil, junto a su primera planta y bodegas, ocupando un total de 100.000 metros cuadrados.
José Jaramillo, presidente ejecutivo de Grupo Papelesa, indica que para conseguir una automatización de los procesos en esta nueva planta se requirió la participación de profesionales ecuatorianos y extranjeros con maquinaria de marcas de tecnología alemana, francesa y española, trabajando en conjunto con diferentes áreas. Esta transición también trajo varios cambios en las necesidades de su personal como parte de esta nueva era de transformación digital.
“Si bien la automatización ha representado reducción en el número de personas que manipulan el proceso, se han incrementado nuevas fuentes de trabajo más especializados para la operación, el análisis de data y la sincronización de los procesos autónomos entre maquinarias”, explica José Jaramillo.
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