En el país, aproximadamente 110 institutos tecnológicos particulares y 98 públicos, mantienen una amplia propuesta de carreras y programas de estudios, de acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Institutos Particulares del Ecuador (AITPEC). En este escenario, durante los últimos años, se han contemplado diversos altos y bajos, debido a que hasta finales del 2019 las matrículas de la mayoría de los institutos se mantenían de una forma moderada. Así lo explica Aldo Maino, director general de la AITPEC.
Pero luego, con la llegada de la pandemia en el 2020, hubo un impacto que provocó la disminución del número de estudiantes. “Durante ese año, la matriculación disminuyó entre el 10 y 20 por ciento, sin embargo, ya para el 2021 muchos institutos tecnológicos habían recuperado su nivel y en algunos casos aumentaron hasta un 10 por ciento”, explica Maino, quien también agrega que este despunte obedeció a la oferta de carreras y a la implementación tecnológica de cada institución.
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Pero ¿qué otros aspectos influyen para que la demanda siga creciendo? Aldo Maino afirma que existen dos razones fundamentales que conducen a un estudiante a decidirse por una carrera técnica. “La primera es el ámbito de conocimiento directo sobre el área elegida, y la práctica desde el primer día de clases.
Esto conlleva a la segunda razón que es la inserción laboral inmediata”, indica. Esta realidad se ve reflejada en el perfil de los estudiantes que estudian una carrera técnica o tecnológica. Por ejemplo, en el Instituto Superior Tecnológico Ecuatoriano de Productividad (ITSEP) el 75 por ciento de sus alumnos, son bachilleres que ya cuentan con una trayectoria laboral marcada, como empleados o microempresarios, y oscilan entre los 25 y 50 años.
Para Alejandro Ribadeneira, extitular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), la corta duración que ofrecen los institutos se vuelve atractiva, ya que en dos o dos años y medio el estudiante posee un título que le permite desarrollar habilidades para insertarse en el mundo laboral.
Con ello coincide Helen Pazmiño, vicerrectora académica del Instituto Superior Tecnológico Tecnoecuatoriano, quien reconoce que desde el 2019, las carreras tecnológicas pasaron de tener una duración de seis semestres. Otro aspecto influyente es el costo, el cual bordea los 700 dólares por semestre (al ser un instituto privado).
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En el 2015, el Instituto Superior Tecnológico Tecnoecuatoriano tenía un promedio de 300 alumnos por periodo académico, con tres carreras. Mientras que en la actualidad cuenta con aproximadamente 700 alumnos por periodo académico, y oferta ocho carreras técnicas y tecnológicas, mostrando un crecimiento de más del 50 por ciento en ambos aspectos.
Logros y desafíos de Institutos en el Ecuador
Para el Director General de la AITPEC, durante los últimos años han existido cambios muy importantes para los institutos técnicos y tecnológicos, así como desafíos que se han enfrentado.
En ese sentido, Jorge Calderón, rector del Tecnológico Universitario Argos, indica que en la actualidad el instituto cuenta con más de 30 carreras en modalidad presencial y 24 carreras online. Según sus registros, las carreras más demandadas en los últimos años son Administración (12.38%), Gestión del Talento Humano (11.98%), Marketing 10.38% y Criminalística (11.18%), esta última es una nueva carrera con gran aceptación por ser una disciplina vinculada a las necesidades de seguridad y criminología que requiere el país.
En los tres campus que posee el Tecnológico Universitario Argos (dos en Guayaquil y uno en Daule) existen horarios de clases matutino, vespertino y nocturno. Mientras que los fines de semana, se imparten programas de profesionalización para quienes tienen una trayectoria laboral mayor a cinco años a fin de que puedan iniciar o culminar su carrera.
Aunque son diversas las ventajas que los estudiantes han encontrado en los institutos, Alejandro Ribadeneira, extitular de la Senescyt, considera que la sociedad ecuatoriana aún debe vencer muchos prejuicios respecto a la calidad de la educación técnica y tecnológica superior, que han sido creadas por los mismos ciudadanos. Sin embargo, el experto también cree que poco a poco esta idea va ir desapareciendo, por lo que se requiere el apoyo de toda la sociedad para conocer las ventajas de las carreras técnicas y tecnológicas.
*Lea este tema completo y otros de Institutos en Revista Enfoque. Ya en circulación junto a Revista Vistazo.