En el mundo existen aproximadamente más de 15.000 millones de dispositivos inteligentes conectados a internet y se prevé que a finales de esta década este número se incremente a 30.000 teléfonos entre otros equipos que hacen uso de esta red.
Y es que de distintas maneras y medios, la sociedad actual vive cada vez más conectada con uno o más dispositivos lo cual también ha llevado a que los usuarios se encuentren más vulnerables que nunca ya que todo equipo conectado a internet podría ser hackeable.
En el Ecuador y a nivel mundial, el trabajo a distancia impulsado a causa de la pandemia del COVID-19 reforzó el panorama de los ciberataques, empeorando la seguridad del software en línea e incluso de los sistemas financieros de diversas organizaciones y empresas.
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Por ello, la inversión en tecnología de seguridad cibernética ha aumentado significativamente en los últimos años. Según un informe de Gartner los gastos en Tecnología de la Información alcanzarán 1,36 billones de dólares en 2023, un 4,2% más con respecto al año anterior. Esta cifra incluye inversiones en herramientas y soluciones tecnológicas, como firewalls, sistemas de detección de intrusos, software de encriptación y mucho más.
Desde el sector de las telecomunicaciones también existen varios esfuerzos para ofrecer productos y servicios más seguros, tanto a nivel corporativo, como para el usuario final. En 1999, por ejemplo, Huawei inició un proceso de implementación e investigación para aplicar seguridad de sus celulares que estaban en venta en ese entonces, así lo recuerda Colm Murphy, senior Cyber Security Advisor, Cybersecurity and Transparency Center in Brussels.
Desde esa época, la firma tecnológica china ha desarrollado diferentes estrategias para identificar vulnerabilidades y desarrollar estrategias internas de seguridad. Una de ellas fue la contratación de hackers éticos los cuales, hace décadas atrás, eran recompensados económicamente cada vez que encontraban ciertas falencias. En la actualidad, Murphy explica que la empresa cuenta con un equipo interno que también es remunerado cada vez que encuentran posibles vulneraciones en equipos y componentes que se encuentran bajo análisis y pruebas antes de salir a la venta.
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“Contamos con ocho diferentes programas de pruebas que se realizan en paralelo y también terceros participan con actividades de modelado de amenazas para monitorearlas y que nos ayuden a entender cuáles son los peligros que existen en nuestro entorno”, explica Colm Murphy.
En la actualidad la Inteligencia Artificial más allá de sus múltiples beneficios, especialmente en reemplazar tareas monótonas y repetitivas, también podría convertirse en una amenaza a nivel mundial, siendo utilizada para realizar ataques cibernéticos más sofisticados y difíciles de detectar. Por ejemplo, un sistema de inteligencia artificial podría utilizarse para realizar ataques de phishing o para infiltrarse en sistemas de seguridad. El nivel de realismo que puede incorporar preocupa entre los especialistas.
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Para estar prevenidos, en la medida posible, ante estos y otros delitos ocurridos en el ámbito corporativo, expertos en ciberseguridad enfatizan en que las empresas deben considerar a sus colaboradores como uno de los puntos esenciales de la estrategia ante los ciberataques. Un informe de la compañía global de telecomunicaciones Cybint indica que el 95% de los incidentes de seguridad estuvieron relacionados con errores humanos, como hacer clic en enlaces maliciosos o divulgar información confidencial por error.
Mientras que a nivel particular también es necesario empezar con una autoeducación para saber identificar correos y links maliciosos, además es importante mantener respaldada su informaciòn y estar al tanto de las actualizaciones de sus equipos y dispositivos, entre otras rutinas de ciberseguridad.