El aumento en el precio del maíz y su escasez son dos de los impactos que ha identificado la Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal) en la producción de alimentos balanceados. La baja cosecha a nivel nacional, el aumento a 20 dólares y más por quintal del grano y la falta de esta materia prima, advierte el gremio, han llevado a muchas empresas a reducir o detener la producción de aves, cerdos y de piensos.
La producción anual normal de maíz ha sido de entre 1,3 y 1,4 millones de toneladas. En este año las mejores estimaciones apuntan a una cosecha de aproximadamente 1 millón de toneladas, es decir entre un 23% y un 29% menos.
Varios factores han incidido en esta reducción, entre ellos una menor área sembrada como en menores rendimientos obtenidos; el temor de los productores a los posibles efectos de El Niño; la falta de dinero del pequeño agricultor, endeudamiento con Banecuador y con otras fuentes de crédito; el uso de semilla reciclada y bajos niveles de fertilización; la sequía provocada por La Niña que ha afectado la cosecha veranera de Los Ríos; y la reconversión de extensas áreas de maíz al cultivo del cacao. Se estima que hay alrededor de 20.000 hectáreas de maíz en Los Ríos reconvertidas al cacao, lo que representa 110.000 toneladas menos de maíz por año.
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A través de un comunicado, Aprobal, insiste en la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar los efectos de esta crisis. “Se ha intentado demostrar técnicamente la escasez existente a las autoridades, haciendo un llamado a observar la situación del mercado, los precios y las necesidades de los pequeños productores y de la industria. Sin embargo, las autoridades han postergado decisiones críticas, dejando sin solución un problema que afecta directamente a la producción de proteína animal y de alimentos balanceados”, reza la misiva.
Una reducción de 300.000 toneladas en la producción de maíz equivale a 600.000 toneladas menos de alimentos balanceados producidos. Lo que representa aproximadamente 240.000 toneladas menos de carne de pollo o cerdo para el país. A un costo promedio de 3,8 dólares por kilo de proteína, se calcula una pérdida de 912 millones de dólares. Asumiendo que el 50% de esa falta de maíz pudo ser cubierta con otros subproductos, igual la pérdida es cuantiosa y alcanzaría los 450 millones de dólares.
La Unión de Productores de Huevos (UNIPROH) también hizo un llamado al Gobierno para abastecer del grano al sector productor de huevos, con la apertura de la importación de maíz al país.
Los cambios climáticos -resalta- han afectado dramáticamente la producción de maíz nacional, lo que ha afectado la alimentación de las ponedoras.
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