La proximidad de la Navidad genera un gran movimiento comercial para los comercios y un gran gasto para las familias. Para facilitar el proceso de compra y generar mayores niveles de ventas,
muchos establecimientos ofrecen a sus clientes la opción de crédito directo, el cual se hace directamente con el consumidor final del bien o servicio, sin la necesidad de que una entidad financiera intervenga en este proceso.
Actualmente, muchas casas comerciales están autorizadas en el país para otorgar este tipo de crédito, explica Fra
ncisco Nazati, jefe de Banca Personas de Banco ProCredit, sin embargo –advierte-
es necesario analizar esta opción, debido a los riesgos financieros que puede ocasionar si no se lo hace responsablemente.
Cuando se obtiene este tipo de crédito, lo primero que se debe evaluar es la necesidad del bien a adquirir. Si es un bien suntuario, no es recomendable hacerlo; si es un bien indispensable se deberá revisar los ingresos y gastos que se tiene en el mes. “Si estos están al límite no es conveniente endeudarse, sino más bien terminar de pagar ciertas deudas”, recomienda el experto.
Si ya mantiene una deuda con un crédito directo, abone la mayor cantidad posible. Lo ideal sería pre-cancelar o realizar abonos mayores a la cuota planteada. De esta forma, la obligación se da por terminada mucho más rápido y se paga menos interés que si continuara pagando en los plazos establecidos por la casa comercial con la que adquirió el crédito.
Nazati recomienda no abusar de este tipo de crédito, pues puede generar sobreendeudamiento.
El sobreendeudamiento no es otra cosa que el estado al que llega una persona cuando adquiere más compromisos financieros de los que está apto para pagar en proporción con sus ingresos y su patrimonio.
“Esto ocurre porque, previo al otorgamiento de un crédito directo, los comercios usualmente no analizan la capacidad de pago del comprador, por tanto, podemos en algún momento llegar a tener varias cuotas que comprometan nuestros ingresos”, indica.
El analista manifiesta, además, que pocas personas son conscientes de que, aunque las cuotas que plantean estos créditos aparenten ser pequeñas, se termina pagando 2 o 3 veces más del valor del bien adquirido.
Otra consecuencia del sobreendeudamiento y de la falta de pago puntual es que el historial crediticio podría afectarse en la central de riesgo, y en el futuro si la persona desea solicitar un crédito por un monto mayor, y/o para algo más importante, esta solicitud podría ser rechazada.
Si no se lleva un adecuado control de los gastos y se cae en excesos durante estos últimos meses del año, se puede perjudicar la salud financiera de la familia. Para evitar caer en estos riesgos, Francisco Nazati brinda las siguientes recomendaciones:
Implemente una cultura de ahorro: Desde una perspectiva de salud financiera es recomendable ahorrar por 6 a 12 meses para comprar un bien sin deuda. Esto, a más de ser un beneficio porque evita el pago de intereses, mejora la capacidad de pago para requerimientos más importantes a futuro y crea una cultura de ahorro a largo plazo.
Elabore un presupuesto: Haga un presupuesto de los gastos en que se va a incurrir en esta temporada, prestando especial atención a los ingresos con los que se cuentan. Es importante no exceder los gastos de los ingresos del mes, gastar en lo que sea realmente indispensable. Recordemos que los regalos son pasajeros, pero la estabilidad financiera y de salud debe ser permanente.
Analice la forma de pago más idónea: Después de realizar el presupuesto y haber seleccionado aquellas compras prioritarias, analice la forma de pago. La recomendación siempre será gastar solo el dinero disponible y evitar los excesos e intereses. Por la coyuntura actual que vivimos es el uso de transferencias directas o pagos con tarjeta de débito es lo más óptimo.
En caso de utilizar la tarjeta de crédito, es importante que se haga de la manera adecuada a fin de que sea una ayuda para amortiguar gastos a futuro, sin afectar el flujo mensual de ingresos. Sin embargo, es importante recalcar que al momento de cancelar la cuota mensual de la tarjeta se debe pagar el total y no el mínimo para evitar más recargos; y esto debe estar incluido dentro de su presupuesto.