Como si el estadio de Lusail fuera la Bombonera o el Monumental de Buenos Aires: Argentina ha jugado en ese recinto tres veces en este Mundial y hoy disputa en el mismo lugar su semifinal ante Croacia, con previsible amplia mayoría albiceleste en las gradas.
Solo en los dos primeros partidos de Argentina en Catar, en la derrota 2-1 ante Arabia Saudita y en la victoria 2-0 sobre México, el estadio de Lusail estaba en cierta medida dividido, al tratarse de otros de los equipos que tuvieron más fieles desplazados al torneo.
"El apoyo de la gente siempre ha estado. La hinchada argentina siempre se hace notar. Cuando el estadio es 80 o 90% argentino, se nota más", explicó el seleccionador Lionel Scaloni antes de los octavos ante los australianos.
Según estimaciones de la embajada de Argentina en Catar, entre 35.000 y 40.000 argentinos habían previsto viajar al Mundial, lo que le convirtió en uno de los contingentes de hinchas más numerosos.
45 MILLONES
Todo ello sumado a que tradicionalmente la forma de apoyar al equipo es apasionada y llena de cánticos. Entre los semifinalistas, solo la hinchada marroquí parece poder competir en decibelios con los argentinos.
"En relación a Francia, por ejemplo, sentimos que Argentina no está todavía al mismo nivel, pero es un equipo al que ayudan sus aficionados", estimó a la AFP David Trezeguet, campeón mundial en 1998 con Francia pero que nació y creció en Argentina.
Ademas, al final de cada partido ganado por Argentina, los jugadores se divierten en el césped y los vestuarios saltando, cantando y compartiendo su alegría con los hinchas. En sus declaraciones, post-partido, las referencias a los "45 millones de argentinos" (más de 47 millones en realidad, según el último censo) son frecuentes.