La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ha solicitado permiso al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, para que la semifinal del campeonato sudamericano que se disputará en Quito, pueda jugarse con público presente. Según un comunicado oficial de la entidad, existe un plan de bioseguridad que contempla el aforo reducido y un seguimiento post-partido.
Después de que Barcelona eliminara a Fluminense el pasado 19 de agosto, Ecuador mira con expectativa el desempeño del equipo torero en la semifinal de la Copa Libertadores, contra el equipo brasileño Flamengo. Con los ánimos en alto y el apoyo de cientos de aficionados, la FEF ha solicitado al COE autorización para que el juego se desarrolle con 14.180 espectadores presentes, es decir, el 35% del estadio Rodrigo Paz Delgado, de Quito.
“Existen antecedentes en la región de partidos disputados con aforo reducido en la República de Colombia, Brasil, Uruguay y Paraguay con resultados positivos que han demostrado una mínima incidencia sanitaria”, expuso la Federación en su carta.
Para el juego contemplan, además, el distanciamiento lateral de dos asientos entre asistentes en las localidades de General, Tribunas y Palco; el uso de mascarillas, horarios diferenciados de entrada y salida por localidad, venta de boletos 100% digital, vigilancia del Ecu-911 y anillos de seguridad vehicular y peatonal “para que el acceso al estadio esté disponible solo para personas con su boleto digital”.
La federación aclaró que el ingreso para personas no vacunadas será solo presentando una prueba PCR negativa, tomada 72 horas -tres días- antes del partido en un laboratorio clínico “debidamente acreditado”. La Comisión Médica de la FEF evaluaría el resultado y generaría un código de acceso único por usuario, el cual deberá ser presentado al momento de entrar al estadio.
Asimismo, se planteó enviar un cuestionario de salud a los asistentes del partido en un periodo de 15 días posterior al evento “para realizar un levantamiento de información que proporcione datos epidemiológicos reales sobre el impacto de la organización de los partidos con aforo reducido”.
Desde 2017, Barcelona es el único equipo no argentino o brasileño, que llega a las semifinales de la Libertadores.