Incapaz de encontrar portería en un vibrante partido, la generación dorada belga se despidió del Mundial de Catar-2022 al no pasar del empate sin goles ante Croacia, clasificada como segunda del Grupo F tras Marruecos, este jueves en Doha.
El duelo comenzó sin preliminares. En el saque de centro Ivan Perisic recibió en el pico área y tras regatear soltó un cañón con toda la intención que se fue desviado. Habían transcurrido diez segundos.
Al cuarto de hora el belga Yannick Carrasco pisó a Andrej Kramaric dentro del área y el árbitro señaló penal.
Modric enfilaba ya a su compañero en el Real Madrid, Thibaut Courtois, cuando el VAR solicitó revisión al colegiado. Tras consulta en el monitor, decretó un fuera de juego mínimo al inicio de la acción.
Los Diablos Rojos tenían una 'vida extra' y sin embargo, como en los partidos precedentes, mostraban sus limitaciones en la primera parte: un equipo plano, previsible e incapaz de romper la ordenada línea defensiva croata.
Calentando antes del descanso, el entrenador de Bélgica dio entrada en la segunda parte a su última bala, Lukaku, que no ha sido titular en el torneo debido a una lesión muscular.
Su impacto fue inmediato, cabeceando un balón que atrapó sin problema el arquero Dominik Livakovic.
En la recta final Bélgica asedió el área croata. Lukaku continuó su calvario y falló lo imposible a menos de dos metros de la línea de gol, esto fue la sentencia de los Diablos Rojos.
ROBERTO MARTÍNEZ NO CONTINUARÁ DIRIGIENDO A BÉLGICA
Tras la debacle también anunció su adiós el seleccionar de los Diablos Rojos, el español Roberto Martínez, que llevaba seis años en el cargo.
"Es el momento para mí de aceptar que es mi último partido como seleccionador de Bélgica. Me despido con gran emoción, como pueden entender", dijo.
En el Ahmad Bin Ali Stadium, ante 44.000 testigos, el declive de la gran generación belga quedó resumido en que su bandera Eden Hazard siguió la eliminación desde el banquillo, entrando únicamente en el minuto 87.
Aclamado desde el calentamiento, su compañero en el Real Madrid Luka Modric sí dio la talla al frente de una subcampeona mundial que promete dar guerra.
Bélgica, que en Rusia-2018 había completado el podio, cierra de forma prematura un Mundial en el que se rompió la armonía entre sus líderes y su juego dejó de fluir.