Los elevados niveles de azúcar en la sangre de las personas con diabetes causan daño en los nervios y mala circulación, ocasionando úlceras en piernas y pies que pueden derivar en una amputación.
Lo que se convirtió en una pesadilla para Nakita Harden, una mujer del condado inglés de Norfolk, inició tras una noche de bolos junto a su novio, Jordan, en la que no notó nada inusual, salvo un pequeño rasguño en su dedo pulgar.