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Terremoto Ecuador: Mapeando el desastre

jueves, 16 junio 2016 - 10:32
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Un esfuerzo de 2.400 voluntarios coordinado en Ecuador por Daniel Orellana ha permitido crear un mapa actualizado de las zonas devastadas por el terremoto.

La mañana del 19 de abril, apenas tres días después del terremoto, Daniel Orellana escribió en su cuenta de Twitter: “Los mapas ya están siendo actualizados y accesibles”. Para cientos de rescatistas, voluntarios y médicos que debían encontrar un lugar en medio del desastre, los mapas virtuales fueron invaluables. Orellana, un biólogo con un Ph.D. en Geoinformación, lidera la iniciativa Mapping Ecuador, que alimenta de información al OpenStreetMap, un mapa virtual abierto que es producto de la colaboración de voluntarios de todo el mundo.

Esta organización hace un esfuerzo especial durante desastres naturales, el Humanitarian OpenStreetMap, o HOT, que en Latinoamérica es coordinado por Humberto Yances en Colombia y que activa a miles de colaboradores en caso de emergencia. Así, a las 48 horas del terremoto, había 100 voluntarios mapeando y a los pocos días llegaron a ser 2.400.

El promotor de este proyecto en Ecuador es Daniel Orellana, profesor de la Universidad de Cuenca e investigador del proyecto LlactaLab Ciudades Sustentables. En 2013, Orellana trabajaba en la Fundación Charles Darwin y colaboró con Google Street View para crear las primeras imágenes en 360 grados de Galápagos. Además, Orellana y otros voluntarios ecuatorianos colaboraron con el mapeo durante los terremotos de Haití en 2010, y de Nepal en 2015.

¿POR QUÉ?

Si ya existe Google Maps y es tan completo, ¿para qué se necesita OpenStreetMap? Orellana dice que la diferencia más grande es que Google es una corporación que en caso de desastres “no tiene ni de lejos la capacidad de reunir a miles de voluntarios y gente en el campo. De hecho tengo yo una comparación de qué tan completos están los mapas de Google y los nuestros, y nada que ver”.

La información de OpenStreetMap es pública. Para colaborar solo se necesita una computadora, acceso a Internet y crear un usuario. A cada voluntario se le asigna una pequeña porción del mapa de un kilómetro cuadrado, y basándose en fotografías satelitales, en este caso del Instituto Geográfico Militar, de antes y después del terremoto, puede “mapear” la zona.


Un equipo de voluntarios locales se reúne en la Universidad
de Cuenca para coordinar el progreso del mapa.

En coordinación con la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) y la Secretaría de Gestión de Riesgos, Mapping Ecuador identificó las zonas prioritarias en que debían trabajar. “Al principio nos concentramos en mapear las grandes áreas urbanas. Saber que en tal lugar había un edificio de vivienda, o un almacén, es vital en las tareas de rescate”.

En la segunda fase, activa actualmente, voluntarios en el campo empiezan a alimentar el mapa con información que registran en fotografías georreferenciadas, hay varias aplicaciones para teléfonos móviles con GPS que permiten agregar las coordenadas geográficas del lugar donde se tomó la foto.

Más adelante, se incorporarán datos de la evaluación del daño, recabados por expertos convocados por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda.


   Los mapas de las zonas más afectadas por el terremoto del 16 de abril,
generados por la colaboración de voluntarios, ya están disponibles
en la web OpenStreetMap. Hay información para brigadas de ayuda
que localiza los albergues y hospitales.

Orellana explica que habrá además una siguiente etapa: la reactivación. “Queremos trabajar con la gente que vive allá, transferir toda la tecnología, las herramientas, a manabitas y esmeraldeños. Cuando haces un mapa de tu cuadra, de tu barrio, de tu ciudad, empiezas a tener una nueva forma de contacto con tu realidad, se da un ejercicio de reapropiación muy importante que puede ayudar a sobrellevar el efecto psicológico que deja un terremoto. Estás poniendo, literalmente, tu pueblo en el mapa del mundo”.

EL MAPA COMPLETO

Pero más allá del mapa del desastre, la gestión de Orellana y de su equipo de 15 personas en la Universidad de Cuenca, podría generar el mapa más completo del Ecuador. “Un mapa nunca se termina, puede llegar a un altísimo nivel de detalle, se le pueden incorporar rutas de bicicletas, locales comerciales, características de los edificios, e importante información que tienen las instituciones públicas a la que a veces no es fácil acceder”.

Por cuestiones legales OpenStreetMap no puede simplemente tomar esta información, pero resulta que la Senplades, que maneja el Sistema Nacional de Información, tiene una política pública de “datos abiertos”. “Hemos logrado abrir estas fuentes y podremos, por ejemplo, ubicar en el mapa todos los centros educativos del país, los hospitales, las Unidades de Policía Comunitaria (UPC), las fiscalías y centros de detención provisional, es decir toda la infraestructura de servicios públicos”. Como este es un mapa colaborativo en constante actualización, Orellana lo describe como “una especie de veeduría ciudadana para comprobar si lo que te dicen realmente existe, si está en construcción o está ya habilitado. Si hubiéramos estado mejor preparados como país, esa información hubiera estado lista antes. Por eso el objetivo ahora de Mapping Ecuador es en el plazo de un año tener un mapa completo de todo el país”.

DANIEL ORELLANA

Es investigador de LlactaLAB, del Departamento de Investigación Espacio y Población de la Universidad de Cuenca. Tiene un Ph.D. en Geoinformación por la Universidad de Wageningen, Holanda. Es biólogo y especialista en Sistemas de Información Geográfica por la Universidad del Azuay. Fue coordinador de Investigación del área de Sistemas Humanos de la Fundación Charles Darwin. 

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