Óscar Torres y su esposa Brittany Kirschenhofer fueron arrestados en Florida, Estados Unidos, tras descubrirse que mantuvieron encerrados a tres adolescentes durante meses, con apenas el alimento suficiente para sobrevivir. Las autoridades del contado de St. Lucie calificaron el crimen de “horrendo”.
Durante varias horas al día, Torres y Kirschenhofer encerraban a tres adolescentes en la habitación que compartían y los alimentaban de forma esporádica. Uno de los menores tenía 17 años y los otros dos mellizos, 16.
El subjefe de la oficinal del alguacil del condado St. Lucie indicó que “las tres víctimas adolescentes pesaban muy por debajo del estándar aceptado para sus edades” debido a la falta de cuidados por parte de los mayores. Los jóvenes son hijos de Torres y otra mujer, pero estaban al cuidado del hombre y su nueva pareja, Kirschenhofer.
Las autoridades habrían sido alertadas del caso el pasado 10 de febrero, tras un aviso anónimo. Inmediatamente el Departamento de Menores y Familias de Florida acudió a rescatar a los niños, el pasado 22 de febrero.
De acuerdo con el registro de las autoridades, uno de los menores rescatados solo pesaba 50 libras (22 kilos) y sufría de alucinaciones, así como de la pérdida de comunicación verbal, control muscular y otras funciones corporales.
"Todas las evaluaciones médicas confirmaron que esta afección era un resultado directo de la desnutrición y es necesario una sonda de alimentación para intentar que el niño vuelva gradualmente al nivel de nutrición adecuado para su edad", agregó Hester.
El oficial también explicó que los agentes descubrieron un candado en la puerta de la habitación que compartían los jóvenes, pero que la pareja alegó que le ponían las cerraduras a la habitación para mantener a los perros contenidos, y asegurar la libre movilidad de los niños por el domicilio.
Además, una de las víctimas declaró que sufrió maltrato físico. Hester agregó uno de los adolescentes le había contado que tenían que "hurgar secretamente por restos de comida".
Los tres menores de edad seguían las clases de forma virtual y no habían abandonado la casa desde el mes de diciembre. Actualmente los chicos sido entregados a su madre biológica, quien, según la Policía, había sido aislada de los niños y por lo tanto no sabía lo que ocurría con ellos.
No obstante, en la vivienda también residían los hijos biológicos de Kirschenhofer, dos menores de 9 y 6 años, quienes aparentemente no fueron víctimas de los malos tratos de este “espantoso caso de negligencia infantil", como dijo Hester.
Los dos niños ya han sido entregados a otros familiares, ante la detención de su madre. La pareja se encuentra detenida sin derecho a fianza y afronta tres cargos de abuso infantil y negligencia.