El pasado jueves 6 de mayo, un soldado del ejército de Estados Unidos secuestró un autobús lleno de niños en California del sur. Tras una breve persecución, el hombre de 23 años cuyo nombre es Jovan Collazo, abandonó el vehículo y se rindió, de acuerdo a la versión de las autoridades.
Collazo salió de la base militar de Fort Jackson cargando un rifle, que después descubriría que no tenía municiones. Alrededor de las 7:00 ET (6:00 Ecuador) intentó intimidar con el arma a los automovilistas que conducían en la Interestatal 77, antes de asaltar un autobús en una parada escolar.
El alguacil del condado de Richland, Leon Lott, indicó que el joven le dijo al conductor del autobús que no quería lastimarlo, por lo que debía llevarlo a la siguiente ciudad. En el bus se encontraban 18 niños, de los cuales varios empezaron a grabar videos que sirvieron después a la policía para dar con el sospechoso. Las imágenes muestran al hombre sosteniendo un rifle, cuya camiseta oscura dice “Army” (Armada, en inglés) en letras mayúsculas. Enseguida el sospechoso le gritó al conductor: “¡Cierre la puerta, conduzca, conduzca!”
Lott dijo que, según la reconstrucción de los hechos, los niños “comenzaron a hacerle muchas preguntas al sospechoso, si iba a lastimarlos a ellos o al conductor del autobús”. Ese interrogatorio “frustró” a Collazo. Finalmente, tras haber avanzado un tramo largo del camino, Collazo dejó el rifle, abandonó el bus y fue capturado sin incidentes.
De acuerdo con el alguacil, el tiempo total que el hombre estuvo en el autobús con los niños fue de apenas seis minutos. “Fueron seis minutos de un tipo malo en un autobús con un arma que estaba muy desesperado”, dijo Lott.
Mientras tanto, el comandante de la base donde estaba el sospechoso, Milford Beagle Jr. señaló que el joven quería regresar a su hogar, por lo que decidió escalar una cerca alta y navegar por una zona boscosa densa para salir de Fort Jackson.
“Al bajar del autobús, una cosa que estaba tratando de hacer era conseguir ropa nueva y un viaje, que suponemos que habría sido a una estación de autobuses, al aeropuerto, a la estación de tren para llegar a casa. No hay nada que nos lleve a creer, a través de su asesoramiento, a través de cualquier información que ingrese en sus registros de detección, que esto tenga algo que ver con dañar a otros, lastimarse a sí mismo”, dijo Beagle.
Por su parte Lott expresó que está muy agradecido de que la situación de la mañana haya terminado “muy pacíficamente” y que nadie saliera herido.
“Probablemente una de las llamadas más aterradoras que podemos recibir en las fuerzas del orden es que un autobús escolar ha sido secuestrado con niños en él, por alguien con un arma, y eso es lo que tuvimos esta mañana”, declaró.
Los estudiantes llamaron a sus padres para alertarlos del secuestro después de que la situación se hubo neutralizado. El conductor además recientemente había recibido entrenamiento de tirador activo, por lo que Lott remarcó la capacidad del hombre y de los niños por mantener la calma.
“Le daré crédito al conductor del autobús. Mantuvo la calma. No reaccionó exageradamente. No se emocionó. Mantuvo la calma lo suficiente como para mantener la situación en calma. Y les diré que su principal preocupación era la seguridad de esos niños”, aseveró.
Collazo estaba en su tercera (de diez) semana de entrenamiento militar y era originario de Nueva Jersey, en el estado de Nueva York. Ahora ha sido acusado de secuestro y de una serie de otros cargos que incluyen robo a mano armada y robo de autos.
También enfrentará disciplina militar por el robo de un rifle y estar ausente sin permiso, según Beagle, quien no espera que el sospechoso continúe su entrenamiento militar.
En Estados Unidos el miedo de un tiroteo es frecuente. Ese mismo día, en Idaho, otra parte de EE.UU. una niña abrió fuego contra dos de sus compañeros y el conserje de su escuela.