Walter Vallejo, el alcalde que no fue
En 2018 aparecía en plena campaña para la alcaldía de Balzar. Participó por el Partido Sociedad Patriótica.
“Paso a paso, nadie nos impedirá rescatar Balzar”. Eso subió el abogado penalista Walter Vallejo Pino en su cuenta de Instagram el 14 de octubre de 2018. En enero aparecía en plena campaña para la alcaldía de ese cantón del norte de Guayas. Participó por el Partido Sociedad Patriótica.
Los comicios seccionales se realizaron el 24 de marzo. El 10 de abril posteó “Jamás te rindas, tu progreso depende de ti... el de tu pueblo, cuando la ciudadanía reaccione”.
Balzar representa el 1,9 por ciento de la población total de Guayas; el 50 por ciento de su población reside en el área rural. Según un censo interno, el 18 por ciento vive en condición de analfabetismo. Menos del 30 por ciento tenía acceso a agua potable de la red pública, el 56 por ciento, a agua de pozo y el 12 por ciento a agua de río o vertiente.
El cantón fue un bastión del partido roldosista. En las seccionales de febrero de 2014 se impuso Cirilo González del PRE en la reelección, pero el resultado fue impugnado mediante un recurso extraordinario de nulidad presentado por Jesús Párraga, del correísmo. En abril se repitió el proceso eleccionario, ratificándose el triunfo de González. Dos años más tarde, este alcalde se crucificaba en protesta por su destitución mediante un informe de Contraloría que apuntaba a manejos administrativos irregulares. González denunció que se le quiso arrebatar el cargo de alcalde que había ganado en urnas. En 2019 ganó la alcaldía Alex Zambrano, del partido socialcristiano.
A pesar de no haber participado por la tienda política del roldosismo, Walter Vallejo Pino fue el abogado que representaba al expresidente Bucaram. Él menciona su nombre durante la visita a los dos ciudadanos israelíes detenidos por la venta irregular de pruebas rápidas COVID-19, en 2020.
La mañana del jueves 5 de mayo de 2022, sicarios acabaron con la vida de Vallejo, quien también fue defensor de alias Gerald (conocido como el Pablo Escobar ecuatoriano), en la entrada de un hotel de lujo en el norte de Guayaquil.
El penalista se encontraba justamente ejerciendo su oficio, aparentemente tenía una reunión de asesoramiento con un cliente, cuando fue interceptado por unos sujetos encapuchados, quienes le dispararon más de ocho tiros.
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