Los servidores policiales fueron víctimas de un ataque armado durante la mañana del viernes 28 de julio, mientras estaban parados junto a unos locales de comida del cantón Samborondón, ubicado en la provincia del Guayas.
Tres sospechosos habrían arribado al sitio para cometer el delito. Dos se bajaron de la moto y procedieron a ejecutar los disparos contra los policías a la altura de la cabeza. Posteriormente, escaparon del lugar en el vehículo.
Horas después, la institución informó que "tras el inmediato y efectivo despliegue de unidades operativas, investigativas y de inteligencia, se localizó y aprehendió a dos sujetos, quienes serán puestos a órdenes de la autoridad competente", indicó la Policía, refiriéndose a los hombres como "presuntos causantes del asesinato".
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Durante la noche del viernes, al son de trompetas y tambores, los ataúdes que llevaban a los agentes, decorados con una bandera de Ecuador, fueron cargados en hombros de sus compañeros de la Policía, quienes le dedicaron palabras de honor a los fallecidos y trasladaron sus cuerpos al interior de una capilla.
"Localizaremos al resto de autores materiales e intelectuales de este asesinato, reiteramos nuestro compromiso de velar por la seguridad de los ecuatorianos", sentenció la Policía, informando horas después que se logró la captura del presunto autor del asesinato de un policía ocurrido en Ventanas, un día antes que el de Granizo y Enríquez.