“Soy la oveja negra de la familia porque mis papás son cocineros de sal”, cuenta Steben Gaviño, sobre su pasión por la pastelería y el chocolate. En ese universo de los postres, él ha encontrado su lugar y ahora se destaca también en España, en donde se especializó en esa área.
A sus 22 años, el chef quiteño es considerado el mejor maestro chocolatero joven de España. Para llegar a ese sitial, cada paso que dio fue preciso, al igual que en una receta. Detrás de ese logro, estos fueron sus ingredientes.
En su casa, los espacios más importantes son la cocina y el comedor. Allí, cada uno tiene su espacio y muestra sus destrezas en cada momento. Su papá Hernán Gaviño es chef. Se especializó en Quito. Actualmente tiene un restaurante de comida rápida tipo gourmet en el sur de Quito. Mientras que su mamá Mayra Núñez se graduó en Argentina. Ella administra un bar karaoke en el sur de la capital.
A los 18 años se decidió por Barcelona y viajó solo a esa ciudad. Con el apoyo financiero de sus padres, y después de cuatro años de estudios, se graduó de máster en pastelería en la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona.
“Cada uno tiene su manera y su estilo de hacer las cosas. Es gratificante tener a mis padres como ejemplo, ya que ellos me impulsan al perfeccionismo”, señala.
LOGRO EN ESPAÑA
“Qué orgullo que me digan Hernán, tu hijo es el que está saliendo en los medios, qué máquina el pelado, viene al bar a servir copas, a limpiar mesas y encima es buen tipo”, compartió su papá en sus redes sociales, sobre la ayuda que le da su hijo en el negocio familiar.
De esa forma, Steben ha recibido el premio de mejor maestro chocolatero joven de España. Ese logro lo obtuvo luego de que fue uno de los elegidos por la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona a participar en el concurso. Entre 30 escuelas de gastronomía, fue superando cada una de las etapas hasta llegar a la final, que fue postergada por más de un año por la pandemia.
En la etapa final, que se realizó en octubre pasado, elaboró una tarta, una barra y una pieza artística hechas con chocolate, en esta última recreó un árbol de cacao con la que recordó el origen latinoamericano de ese fruto de exportación. Los detalles fueron pintados a mano con colorantes naturales. Mientras que en la barra logró encapsular los sabores de la bebida de cacao, con nibs, jengibre y miel.
Para elaborar estos tres postres tuvo máximo 10 horas, cronometradas desde el momento en que procesaba el cacao hasta dar los toques finales. Para esto, en su escuela ensayó las recetas para hacerlas en menos tiempo del previsto.
Ahora, él es embajador de la marca de chocolates Belcolade en el país ibérico y para abril tiene previsto conocer la fábrica en Bélgica. Por el momento está enfocado en fortalecer su academia de chocolate y pastelería en Quito.
Ya ha dado clases online y tiene previsto a futuro dictar clases presenciales. Sus siguientes retos son participar en más concursos para ser el mejor chocolatero artesano de España con el trofeo Lluis Santapau, en el World Chocolate Masters y en la Copa del Mundo de Pastelería. De esa manera, Steben ya tiene preparada su lista de ingredientes para conquistar al mundo con su dulce profesión.