Un libro que está por publicarse el próximo 8 de octubre en Reino Unido, revela el flechazo que tuvo la reina Isabel II cuando era aún adolescente con un oficial de la Guardia inglesa, mucho antes de que estuviera en planes su casamiento con el príncipe Felipe.
Quien conocía de este devoto amor de la entonces princesa Isabel, era su amiga y confidente Alathea Fitzalan Howard, bisnieta del duque de Norfolk, quien falleció en 2001. Sin embargo, fue su sobrina política quien se lanzó a publicar los diarios de Alathea en el libro titulado “The Windor Diaries: A Chilhood withe the Princesses” (Diario de Windsor: una infancia con las princesas”).
El diario británico Dialy Mail ya ha adelantado algunos extractos del libro previo a su lanzamiento oficial. Se trata de textos reveladores que presentan un lado desconocido de la reina más longeva del mundo.
La historia surge durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Alathea afianzó una entrañable amistad con las princesas Isabel y Margarita. Sucedió durante su estadía en la finca del Castillo de Windsor. Ella daba clases de baile y dibujo a las princesas.
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Resulta que tanto Alathea como Isabel estaban enamoradas del mismo hombre. El oficial de la Guardia Hugh FitzRoy, quien luego heredaría el ducado de Grafton.
“Las princesas han hablado mucho de los nuevos oficiales y deploran la partida de Hugh”, escribe Alathea el 23 de octubre de 1941.
En abril de ese año, FitzRoy fue invitado a tomar el té en el Castillo de Windsor. “Son excesivamente amables con él que uno puede preguntarse si tienen una idea detrás. Estoy segura de que él prefiere a Lilibet antes que a mí”, dice la amiga de la reina. Lilibet es como le decían a Isabel los miembros de la familia real, este apodo se originó porque de pequeña no podía pronunciar su nombre. Su padre, el rey Jorge VI, solía decir, "Lilibet es mi orgullo. Margaret mi alegría."
“Si la familia real considera que la princesa Isabel debería casarse con un plebeyo inglés, creo que puede funcionar entre ellos. No está enamorado de ella, pero creo que estaría encantado de beneficiarse de su afecto”, añade.
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En junio de 1942, ambas mantuvieron una conversación en la que hablaron de sus futuras bodas: “Hablamos de Hugh y otros hombres, y en la privacidad de su habitación conversamos con más libertad que nunca, porque ella es naturalmente reservada”.
“Ella dijo que si realmente quería casarse con el hombre de sus sueños, se escaparía. Pero sé que realmente no lo haría: su sentido del deber con su familia es demasiado fuerte, a pesar de que fue creada para una vida más sencilla”, relata Alathea.
Sin embargo, la historia de amor no tuvo frutos. El oficial FitzRoy terminó casándose en 1947 con Anne Fortune FitzRoy, quien es una de las damas de compañía de la reina.