El hallazgo de más de 1.200 ovejas muertas alarmó en los últimos días a los habitantes de 21 comunidades de la provincia de Cotopaxi, quienes con palos y piedras hacían recorridos para buscar al posible responsable de este ataque.
Los comuneros atribuían estos ataques a perros ferales, canes feroces que atacan en manadas. Sin embargo, una cámara de la fundación Oso Andino logró captar a otro posible responsable: un puma.
En las imágenes se observa el momento exacto en el que un felino muerde el cuello de una oveja que está desvanecida y ensangrentada por el ataque. Este suceso ocurrió en la comunidad Cuchitingue.
La habitante de ese poblado, Ana Marcatoma, le dijo al canal Ecuavisa que el puma no solo ha atacado a ovejas sino que también se ha comido a sus dos cerdos y varias gallinas. Además, teme que niños y hasta ella misma, puedan ser las siguientes víctimas.
El gobernador de Cotopaxi, Oswaldo Coronel, en entrevista con el mismo medio, dijo que no se permitirá el envenenamiento o cacería de los pumas, pese a la situación. Recordó que el uso de sustancias tóxicas también puede afectar a cóndores andinos que habitan el sector.
"Vamos a desplegar un intenso operativo en el que voy a incluir también a Fuerzas Armadas y Policía para hacer las investigaciones respecto de una posible caza furtiva", manifestó Coronel.
Las autoridades todavía no han hecho un pronunciamiento oficial sobre el causante de la muerte de las ovejas, que ha dejado importantes pérdidas económicas a los habitantes de Cotopaxi.