Padre y madrastra de un menor en Naranjal fueron condenados por tortura: “el niño estaba prácticamente muerto"
A diecisiete años y cuatro meses de pena privativa de libertad fueron condenados.
A diecisiete años y cuatro meses de pena privativa de libertad fueron condenados Maicon V. M. (padre) y Mariana Q. H. (madrastra) por la tortura cometida contra un niño de 7 años de edad.
El hecho, conocido como caso Naranjal, debido al cantón de la provincia del Guayas donde ocurrieron las agresiones de la que fue víctima el menor, se destapó en septiembre 2021.
En ese entonces, la Unidad Nacional de Investigación y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Unipen) comunicó a Fiscalía del ingreso –cuatro días antes– de un niño en estado grave al Hospital Francisco de Icaza Bustamante, en Guayaquil, con signos de violación, maltrato físico y tortura.
De las primeras diligencias, se obtuvo la información de dos hechos distintos: por un lado, el caso de maltrato físico y, por otro, la presunción de vulneración de integridad sexual del niño, enmarcados como delito no flagrante.
“El niño estaba prácticamente muerto. Tenía pus en las vísceras porque los golpes ya eran de bastante tiempo. (...) Cuando fuimos a revisar el caso del niño nos dimos cuenta, a primera vista, que el niño había sido torturado. Tenía quemado todo el cuerpo... es algo impresionante”, aseguró María Gabriela García, coordinadora zonal 8 del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), en aquel tiempo.
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La víctima vivía con los ahora sentenciados y cinco hermanastros, hijos de la pareja agresora. Luego del desarrollo de acciones interinstitucionales, el niño pasó a un hogar de acogida con el fin de precautelar su desarrollo físico y emocional.
Durante el juicio, la fiscal del caso, Yoli Pinillo, presentó ante el Tribunal de Garantías Penales de Durán los testimonios de los peritos que realizaron los informes de valoración médica, psicológica y de entorno social al infante, donde constan los detalles de las agresiones físicas y sexuales de los que fue víctima –como castigo– por parte de su madrastra.
A esto se sumó el testimonio del médico legista, el informe de historia clínica de las casas de salud donde fue atendido, testimonios de médicos y allegados del entorno familiar, entre otros.
Los montos correspondientes a la multa y reparación integral, serán detallados en sentencia escrita.
Por estos hechos, Mariana Q. H. también fue sentenciada a veintinueve años y cuatro meses de prisión por el delito de violación, perpetrado contra el mismo niño, su hijastro.
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