Nuevos requisitos anticovid para ingresar a las islas Galápagos
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE), encargado de atender la pandemia de la covid-19 en Ecuador, anunció este martes la actualización de los requisitos sanitarios exigidos a los turistas, nacionales y extranjeros, que quieran visitar las islas Galápagos.
El director del COE, Juan Zapata, indicó en una rueda de prensa que los turistas extranjeros jóvenes, de entre 2 y 16 años de edad, que quieran ingresar en el famoso archipiélago ecuatoriano deberán presentar una prueba RT-PCR negativa, efectuada 72 horas antes del embarque en el vuelo de traslado a esa región insular.
Asimismo, los turistas extranjeros mayores de 16 años, además del mismo requisito de la prueba RT-PCR negativa, deberán presentar una certificación de haber recibido el esquema completo de vacunación, efectuado catorce días antes del embarque.
Hasta ahora, y según disposiciones de julio, se requería únicamente uno de los dos. Para los turistas nacionales y los residentes de las islas que retornen, el requisito se mantiene con la prueba RT-PCR negativa obtenida 72 horas antes del embarque, añadió Zapata.
Las medidas de control de bioseguridad para poder ingresar en el archipiélago de Galápagos entrará en vigor a la medianoche del próximo 31 de agosto, anunció Zapata tras señalar que en quince días el COE volverá a evaluar la situación epidemiológica en las islas, para mantener o no las medidas con base en los criterios técnicos que proporcionen las entidades pertinentes.
La actualización de medidas se hace efectiva tras la detección la semana pasada en esas islas de tres casos de la variante delta del coronavirus que, en principio, están contenidas. La población de las Galápagos fue la primera en ser vacunada con pauta completa hace varios meses, con el fin de reactivar el que es el principal destinos turístico del país.
Declaradas en 1978 como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, el archipiélago se sitúa a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y, por su rica biodiversidad, es considerada como un laboratorio que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución natural de las especies.
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