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"A mi tía todavía no la encuentro. A mí tío sí lo pudimos enterrar"

martes, 28 julio 2020 - 06:48
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* Este testimonio forma parte del especial de Vistazo.com dedicado a quienes fallecieron a causa de la pandemia y cuyos cuerpos desaparecieron por una cadena de negligencias durante los meses más críticos de la emergencia sanitaria en Guayaquil. Fueron más de 200 los cuerpos que tras su último aliento, no pudieron descansar en paz.
 
Para esta familia, marzo dejó huella. Fausto Elías Silva Flores (77 años) falleció el 23 de marzo. Su esposa Diolinda Elvira Baque Ortega (76 años) murió siete días después.
 
Ambos fallecieron cuando la crisis sanitaria debido al Covid-19 afectó a Guayaquil.
 
Las heridas de ese mes todavía siguen sin cerrar. El cuerpo de él si pudo enterrarse, mientras que el de ella todavía no aparece. Hace poco se obtuvieron las muestras de ADN de los familiares para continuar con la búsqueda.
 
 
Diana Flores recuerda que su tío acompañó el 17 de marzo a su esposa, quien tenía una infección intestinal, al dispensario médico de Bastión Popular. En ese trajín, a él le dio un ataque de glicemia y fue trasladado de urgencia al Hospital Guayaquil.
 
En esa casa de salud le indicaron el 23 de marzo que había fallecido y horas después lo enterraron.
 
Diolinda, al enterarse casualmente que su esposo había fallecido, se le subió la presión el 29 de marzo. Su familia no consiguió una ambulancia y murió en casa en la madrugada del 30 de marzo.
 
El levantamiento de su cadáver se realizó luego de ocho días, ya que requerían las firmas de sus familiares directos. Los dos hijos de Diolinda vivían en Manabí.
 
"Los vecinos rumoraban que teníamos covid y el barrio nos bloqueó. Hasta hace poco estuvimos marginados. Cuando en realidad nunca tuvimos esa enfermedad, ya que a mis padres los hemos cuidado al máximo", cuenta Flores.

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