Hasta 2022, la pandemia podría aumentar los matrimonios infantiles en un 30 por ciento. La crisis económica, desempleo y pérdida de ingresos familiares, sobre todo en zonas pobres, son un estímulo para que las niñas se casen con personas adultas, alerta la ONG internacional World Vision en su último informe “Rompiendo las cadenas”.
Más de 12 millones de matrimonios infantiles se registran cada año a nivel mundial, y se estima que la pandemia generará cuatro millones más. No es un problema menor. Esto se traduce en deserción escolar, niñas tratadas como mercancías y la pérdida del potencial económico y social de cada una.
En el caso de Ecuador, a través de la Ley Reformatoria al Código Civil de 2015, quedó prohibido el matrimonio de niñas y adolescentes menores de 18 años. Pero desde ese entonces no hay cifras claras que den cuenta de este problema. En el 2015 se registraron 121 matrimonios de niñas menores de 15 años y 1.376 casos de adolescentes entre 15 y 17 años.
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Hay preocupación de las organizaciones que trabajan en esta área porque, a partir de la implementación de esta ley, se habrían incrementado las uniones infantiles forzadas, para evitar el delito. Esas uniones de hecho podrían incrementar en la pandemia, pero no se tienen registros oficiales.
“Al entregar a las niñas a parejas adultas se perpetúa y normaliza una relación de abuso, se permite una iniciación sexual temprana, se interrumpe la educación y se generan relaciones de dependencia material”, dice Joao Diniz, líder regional de World Vision para Latinoamérica y el Caribe.
Por eso, es importante entender que el matrimonio infantil es un tipo de violencia exacerbada por la pobreza y ahora por la pandemia. Esto es más preocupante en Latinoamérica y el Caribe, región que tiene índice más alto del planeta, según el Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA).
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Cada día en Ecuador, siete niñas entre 10 y 14 años dan a luz, lo que evidencia que son abusadas sexualmente o producto de uniones forzadas. En 2019, hubo más de 51 mil nacidos vivos de madres adolescentes, de los cuales 1.814 corresponden a madres menores de 14 años.
“Esta tendencia menoscaba la menta de desarrollo sostenible orientada a eliminar el matrimonio infantil y toda forma de violencia contra la niñez de cada al 2039”, concluye Joao Diniz.