El Gobierno de Ecuador reveló este martes 6 de julio que más de 22.000 empresas desaparecieron en el país como consecuencia de los efectos de la pandemia del coronavirus y los periodos de restricciones aplicados.
Así lo señaló el ministro de la Producción y Comercio Exterior, Julio Prado, en declaraciones a la prensa en el Palacio Presidencial de Quito, donde tuvo lugar una reunión del gabinete productivo del Gobierno, encabezada por el presidente de la República, Guillermo Lasso.
Prado indicó que en la reunión se definieron varias acciones que buscarán reactivar la economía nacional, en crisis y afectada por la pandemia, así como conducir estrategias de largo plazo para mejorar los niveles productivos del país.
El ministro aseguró que, en un diagnóstico sobre la situación económica del país, se han identificado "más de 22.000 empresas formales que han desaparecido en Ecuador durante la pandemia".
Asimismo, dijo que en esa evaluación se ha advertido de pérdidas de ventas por una cifra que supera los 6.500 millones de dólares, lo que supone una de las peores crisis para el sector productivo nacional.
En el objetivo de reactivar la economía y generar empleo, se estudia una reforma arancelaria para reducir los costes de producción y que ello permita "salir rápidamente de este shock" provocado por la pandemia, añadió Prado.
El ministro también anunció que en un par de semanas se creará un Consejo Nacional de Competitividad e Innovación, un organismo que fomentará la cooperación publica y privada con el objetivo de mejorar la productividad de las empresas que, a su vez, alienten a la mejora del empleo.
La ministra de Agricultura, Tanlly Vera, en esa misma comparecencia, insistió en que la estrategia del Gobierno tiene como meta principal la reactivación de la producción y del empleo, sobre todo en la zona agrícola y rural, que ha sufrido en gran medida los estragos de la pandemia.
En ese sentido, Vera dijo que se proyectan abrir líneas de crédito a bajo interés y a plazos largos para fomentar las actividades agrícolas y aseguró que la agricultura es un buen generador de empleo en el país. La pobreza rural, según la ministra, se sitúa entre el 48 y el 49 por ciento, por lo que se deben ejecutar políticas dirigidas a robustecer la agricultura.
De su lado, el ministro de Trabajo, Patricio Donoso, indicó que en su área el Gobierno impulsará tres líneas fundamentales para fomentar el empleo. Donoso dijo que el primer propósito es "el regreso progresivo al trabajo", en condiciones seguras y con estrictas normas de bioseguridad, bajo un plan denominado "2-14".
Dicho plan supone el retorno de los trabajadores a sus puestos habituales cuando hayan recibido las dos dosis de las vacunas contra la COVID-19 y catorce días después de las segundas aplicaciones, como aconsejan las autoridades sanitarias.
Un segundo eje, explicó Donoso, es aplicar una norma de oportunidades laborales que permita activar inversiones nacionales y extranjeras para impulsar a las pequeñas y medianas empresas.
Además, el Gobierno prevé fortalecer la llamada "economía violeta", que incluirá incentivos tributarios al sector privado que contrate a más mujeres, agregó el ministro.