Sucedió la tarde del 11 de octubre, cuando Kuri Marina A. se percató que su hija rompió el candado de un cajón y sin autorización tomó dinero.
La madre decidió castigarla con sustancias fuera de lo común. Obligó a la niña a inhalar humo de ají y a tomar dos tazas de ayahuasca, una bebida legendaria de los pueblos indígenas, que causa efectos alucinógenos.
Aquella acción provocó que la menor se sienta mareada y que con el pasar de las horas su estado de salud empeore, hasta presentar problemas para hablar y respirar, según detalla Fiscalía.
La niña, de 10 años, terminó desmayada, por lo que la noche del jueves 12 de octubre fue trasladada desde la comunidad Meset del cantón Huamboya hasta el Hospital General de Macas.
Los médicos determinaron que la víctima se encontraba con insuficiencia respiratoria y le colocaron ventilación mecánica.
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La representante de la Fiscalía del cantón Morona inició la instrucción fiscal con base en las versiones del agente aprehensor y de la procesada, la historia clínica de la niña y el informe de la valoración médico-legal.
Después, el ministerio público formuló cargos contra Kuri Marina A. por el delito de violencia física contra la mujer o miembros del núcleo familiar.
La Jueza de turno valoró los elementos de convicción expuestos por Fiscalía y dictó las medidas cautelares de prohibición de salida del país y presentación periódica cada 15 días.