Los anhelos de Jesús Enrique, el guardia que dio una lección de honradez a Ecuador
Jesús Enrique tiene 26 años y soñaba con ser militar. En el examen tenía que sacar 600 puntos y se quedó por poco. “Las matemáticas nunca fueron mi fuerte y por esa materia no pude cumplir mi sueño”, recuerda el hijo de un técnico que arregla electrodomésticos y una mamá chef que cocina como los dioses.
Jesús quería trabajar y empezó siendo custodia terrestre y marítimo antes de ser guardia de seguridad. Está en el mismo puesto desde hace un año y le gusta que la gente se sienta protegida. Saluda a todos, tiene una palabra bonita para los empleados. Para él cada día tiene su gracia y si bien sabe que el peligro siempre ronda, se encomienda en Dios y mantiene la sonrisa.
“No soy Superman y sé que hay situaciones que no podré controlar, pero hasta ahora supe manejar los nervios y las dos veces que mi lugar de trabajo fue asaltado no hubo víctimas y el robo se pudo evitar”, cuenta el profesional que prefiere no dar más detalles por obvias razones.
El día lunes 18 de abril encontró un sobre con nombre y apellido en el piso cerca de su lugar de trabajo. No había nadie en los alrededores así que lo abrió y vio una tarjeta de crédito. Logró encontrar el teléfono del usuario, lo llamó y le devolvió al día siguiente.
“Yo vivo en Urdesa (Guayaquil) y desde el mes de marzo me robaron tres veces, una vez con armas al pie de la casa. Últimamente la delincuencia se hizo imparable en Urdesa. Cuando recibí la llamada del señor guardia no lo podía creer, imagínese si mi tarjeta hubiera caído a malas manos. Decidí publicar su foto en las redes sociales porque es un buen hombre y hay que valorar y reconocer a la gente honesta”, detalla Nohelia Monsalvas.
Un día después de la publicación, Jesús Enrique se hizo muy famoso en redes. “No tengo Twitter ni Instagram pero acá todos me han contado que me habían visto”, dice con una sonrisa. El dueño de la compañía de seguridad que lo contrató lo felicitó y la marca del local que custodia pronto le rendirá un homenaje.
A la pregunta: ¿Jesús, qué quisieras para tu futuro?, contesta sin vacilar: “trabajar más. Hoy gano el básico trabajando siete horas, quisiera laborar 12 o 13 horas por día para tener más dinero. No me queda mucho después de pagar el alquiler de mi departamento Vía a Daule. Mi hijo va a cumplir 2 años y quiero lo mejor para él y para mi esposa”.
Por ahora, Jesús Enrique anhela seguir trabajando, por ello, espera que la gente lo llame para contratar sus servicios. Él así podrá seguir cumpliendo sus sueños.
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