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Lo que se reveló sobre el crimen de la madre asesina de Pifo: intentó convencer que sus 2 hijos murieron por COVID-19

Fiscalía probó que los niños, de 5 y 9 años, fueron envenenados la noche del 27 de octubre de 2020.

martes, 3 agosto 2021 - 12:44
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Las víctimas fueron sus hijos. Lissa María C. fue sentenciada a una pena privativa de la libertad de treinta y cuatro años y ocho meses, luego de que un Tribunal de Garantías Penales de Pichincha la encontrara culpable –en calidad de autora– del delito de asesinato. Además, los magistrados consideraron las circunstancias agravantes.

La fiscal de la Unidad de Personas y Garantías de Pichincha, Elba Garzón, presentó durante el juicio un conjunto de prueba pericial, testimonial y documental que fue valorada por los jueces antes de emitir su veredicto, este martes 3 de agosto de 2021 en la reinstalación de la audiencia de juicio.

Fiscalía probó que los niños, de 5 y 9 años, fueron envenenados la noche del 27 de octubre de 2020. Sus cuerpos fueron encontrados la madrugada del siguiente día en un departamento ubicado en la parroquia Pifo, lugar donde vivían junto a su madre, quién intentó quitarse la vida tras haber cometido el doble crimen.

Entre las pruebas constaron: el testimonio del padre de los niños, quien narró cómo la noche en que ocurrieron los hechos, la procesada –vía telefónica– le indicó que le escribió una carta, asegurándole que se llevaría lo que es de ella, refiriéndose a los infantes.

A las 02:00 del 28 de octubre de 2020, él recibió otra llamada en la que Lissa C. le solicitó ayuda, pues se sentía mal debido a la ingesta de alguna sustancia tóxica. Una hora después, un agente de Policía le informó que debía acercarse a Pifo.

Al llegar, el uniformado le informó que sus hijos estaban muertos.

Durante el juicio, la defensa de Lissa María C. intentó convencer al Tribunal de que los infantes fallecieron producto del virus Covid-19, que para la fecha ya habían superado.

La prueba pericial de Fiscalía echó abajo esa hipótesis. El examen médico-legista que se les practicó a los cadáveres reveló que la causa de muerte fue violenta homicida, debido a una asfixia por broncoaspiración, edema pulmonar e intoxicación por una sustancia a determinar. El diagnóstico ‘post-mortem’ fue el mismo para ambos infantes: los dos murieron por factores externos. Aquello fue corroborado por una pericia histopatológica, también expuesta por la fiscal Garzón.

La valoración psicológica a la procesada confirmó que, cuando perpetró el crimen, estaba ubicada en tiempo y espacio. Sin embargo, en la diligencia ella negó haber victimado a los niños.

Además, Fiscalía presentó como prueba los testimonios del personal médico de las casas de salud en donde fue atendida Lissa María C., tras haber sido encontrada agonizante en su departamento por el personal de emergencias del Cuerpo de Bomberos.

Luego de conocer sobre este caso, el 29 de octubre de 2020, Fiscalía formuló cargos por un presunto delito de asesinato. Al finalizar la audiencia de calificación de flagrancia, que se desarrolló en el hospital donde se recuperaba la procesada, se ordenó su prisión preventiva.

En el departamento donde ocurrió el doble crimen, la Policía encontró un tercer cadáver, el de un hombre de 28 años, a quien su familia reportó como desaparecido el 25 de octubre de ese mismo año.

Por este hallazgo, Fiscalía abrió una instrucción fiscal que se tramita en la Unidad de Personas y Garantías.

Presuntamente, la víctima mantenía una relación sentimental con Lissa María C.

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