Un total de 66 tortugas charapas fueron liberadas en el Parque Nacional Yasuní, situado en la Amazonía ecuatoriana, informó este sábado el Ministerio de Ambiente del país andino.
Los guardaparques del Parque Nacional Yasuní realizaron la liberación como parte del aporte al cuidado del ambiente de la Amazonía ecuatoriana, en el marco de la campaña "Alto, el tráfico ilegal de vida silvestre es un delito".
Con el apoyo de miembros de las Fuerzas Armadas, los guardaparques liberaron a las tortugas charapas (Podocnemis unifilis) en la playa del río Yasuní, como parte del Proyecto de Manejo de Tortugas Charapas que se lleva a cabo en esta área protegida.
En noviembre pasado, los huevos de esta especie de tortuga fueron recolectados y trasladados hacia un arenario artificial, ubicado en el puesto de control de Tambococha, donde pasaron alrededor de 40 a 60 días, monitoreadas y vigiladas durante el proceso de incubación y eclosión, por parte de los guardaparques.
Previo a su liberación en su hábitat natural, las tortugas pasaron por un proceso de análisis morfológico (toma de medidas de caparazón y pesaje) y marcación para su posterior monitoreo de la especie en su hábitat, explicó el Ministerio en un comunicado.
Este proyecto se ejecuta, desde el año 2017, con el asesoramiento de Wildlife Conservation Society (WCS-Ecuador), con la finalidad de apoyar a los procesos de conservación y repoblación de esta especie.
Las tortugas charapa de la especie (Podocnemis unifilis) se encuentra en la categoría vulnerable (VU), según la UICN y en el Libro Rojo de reptiles del Ecuador.
El Yasuní, el área protegida más grande del Ecuador continental, resguarda una impresionante biodiversidad en el corazón del bosque húmedo tropical amazónico y protege parte del territorio de la nacionalidad waorani.
En el Yasuní se han reportado cifras de biodiversidad sorprendentes para varios grupos de flora y fauna, nunca antes registradas en área protegida alguna, según el Ministerio.
Allí se encuentran cientos de especies de árboles, anchos ríos que se desbordan con las lluvias torrenciales y grandes animales como el jaguar, la anaconda y el águila arpía.
También hay seres muy pequeños, como el leoncillo o mono de bolsillo, el primate más pequeño del mundo, y una gran variedad de reptiles y anfibios que ubican a este parque entre los más biodiversos del mundo.
El lado humano del Yasuní "está también lleno de sorpresas", señala el Ministerio en el portal de Áreas Protegidas al anotar que dentro del parque habitan los tagaeri y taromenane, Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario.
Para protegerlos a ellos y a la biodiversidad del Yasuní, se creó en 1999 la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane. El Parque Nacional Yasuní, la Zona Intangible y el adyacente territorio waorani fueron declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1989. EFE