El presidente Guillermo Lasso conversó el pasado fin de semana con el procurador general del Estado, Iñigo Salvador, ante la situación que afronta el Gobierno por la demanda que los ex dueños del Filanbanco, Roberto y William Isaías, presentaron contra el Estado debido a la incautación de sus bienes en el 2008.
Por medio de una llamada telefónica, el primer mandatario le informó a Salvador, abogado del estado, que deberá tomar todas las medidas necesarias para defender el interés público y de la ciudadanía.
Con la demanda, los hermanos Isaías apuntan a obtener una compensación que asciende a 2.000 millones de dólares, cifra que se fijó como la sumatoria de la lista de activos incautados, el valor de los intereses que se dejaron de producir y el pago de honorarios a abogados estadounidenses.
“Es lamentable que existan estos casos que se derivan de lo que sucedió en gobiernos pasados que incautaron activos, en este caso de la familia Isaías, los administraron mal, muchos de ellos ya no existen, otros se desvalorizaron", expresó Lasso durante el conversatorio con periodistas que mantiene todos los martes en el Palacio de Carondelet. Aseveró también que estará "del lado del pueblo ecuatoriano".
La demanda de los hermanos Isaías involucra a cuatro instituciones: Inmobiliar, Superintendencia de Bancos, Procuraduría General y el Banco Central del Ecuador. Fue admitida en el Tribunal Contencioso Administrativo de la Corte de Guayas el 27 de diciembre del año pasado.
“Dentro de la demanda proponemos al Estado una mediación y estamos aceptando que como parte de ella nos puedan restituir bienes incautados”, afirmó Ricardo Noboa, abogado de los hermanos Isaías, en una entrevista con Diario El Universo.
Roberto y William Isaías fueron declarados inocentes en un juicio, llevado a cabo en el 2021, por el delito de peculado con respecto a su gestión de Filanbanco.