Chunchi, una localidad andina localizada en la provincia de Chimborazo, se mantiene en vigilia después de que una montaña se viniera abajo el pasado viernes en el caserío aledaño de La Armenia, sepultando casas y animales, aunque no dejó víctimas humanas.
Algunos vecinos consideraron un milagro el que no se hayan producido muertes o desapariciones, aunque la gobernadora de la provincia, Luisa Loza, comentó este lunes a Efe que muchos campesinos lograron escapar de la avalancha porque se encontraban en faenas agrícolas y advirtieron a tiempo el peligro.
"A pesar de la magnitud no tenemos víctimas humanas", remarcó Loza al precisar que el fenómeno destruyó más de una veintena de casas.
Desde el aire se pueda apreciar la magnitud de la tragedia, anotó la autoridad provincial, tras remarcar que un grupo de técnicos y geólogos de distintas instituciones del Estado estudian en este momento la situación de la zona, para aclarar si hubiese el peligro de que eventualmente se produzcan otros fenómenos similares.
"La naturaleza es impredecible" y, por ello, las más de 500 personas que han sido evacuadas de la zona se mantendrán en los albergues hasta que haya un informe técnico que determine si es o no posible que regresen a sus hogares, acotó la gobernadora.
Por su parte, Kléber Ordóñez, administrador de un albergue temporal instalado por el municipio de Chunchi en un colegio agropecuario, comentó que la situación sigue siendo preocupante, ya que la magnitud del alud del pasado viernes fue tan grande que parece "un milagro" que no haya víctimas mortales ni desaparecidas.
Hasta el momento, ese albergue ha acogido a 9 familias (54 personas), pero por las características del recinto se ha logrado acoger también a varias cabezas de ganado, gallinas y cuyes o conejillos de indias, que son los animales que suelen poseer los campesinos en su hogares.
Ordóñez mencionó que, además de las medidas de bioseguridad por el coronavirus, las autoridades han diseñado planes para atender y ayudar a los afectados.
El director del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (Sngre), Rommel Salazar, explicó que el fenómeno se generó por el incremento del nivel freático que tiene la zona y del cual ya había estudios.
Salazar dijo que el sitio es monitoreado desde diciembre pasado, tanto por la acumulación freática de humedad, como porque una falla geológica atraviesa la zona.
"Se estima un volumen desplazado de 34 millones de metros cúbicos" de agua y lodo, que arrasó con una veintena de viviendas, agregó.
Según la Secretaría de Riesgos, el alud producido la tarde del viernes causó daños a 23 viviendas en el sector de la Armenia y 107 personas se han visto directamente afectadas.
Las autoridades han adecuado dos albergues para alojar a 516 personas evacuadas por precaución de la zona afectada, donde han intervenido 201 miembros de instituciones de rescate y asistencia del Estado.
Por su relieve montañoso y andino, Ecuador es propenso a sufrir deslizamientos de tierras, especialmente en épocas lluviosas, por lo que las autoridades emiten frecuentes recomendaciones para reducir los riesgos.