Desde el pasado sábado 4 de septiembre todo un alboroto se ha armado en redes sociales, debido a las peticiones de la organizadora de la boda de la modelo estadounidense Jasmine Tookes con Juan David Borrero, hijo del vicepresidente de la República, Alfredo Borrero. Incluso, la propia Presidencia de la República las tildó de "inaceptables".
En una nota publicada por el portal "La Historia" se filtró una carta atribuida a la organizadora, Carolina Muzo, y dirigida al Secretario de Seguridad del Distrito Metropolitano de Quito en la que, entre otras peticiones, se solicita "una extrema limpieza de las zonas, retirar a las personas indigentes de pórticos y sitios aledaños. Y que exista vigilancia permanente".
La polémica carta encendió las redes sociales donde se criticaba el fondo y la forma de las peticiones, y, algunos ciudadanos, recordaban también que no se puede proporcionar seguridad pública para un evento de carácter privado.
Días después de que se oficiara la ceremonia en la majestuosa iglesia de San Francisco, en el casco colonial de Quito, Carolina Muzo aclaró el motivo de sus peticiones.
“Con humildad puedo decir que hacemos las bodas más importantes del país y que para que esto suceda siempre he buscado apoyo de las autoridades, que limpien plazas, pinten paredes, arreglen jardines, quiten grafitis, nos den seguridad, retiren vendedores de los exteriores de las iglesias, indigentes, pero no como lo pinta la prensa “esos” indigentes... hemos pagado para que se alejen de un espacio público, para que mis novios y sus invitados puedan tener lindas fotos en exteriores", argumentó la empresaria.
Y justificó que su trabajo fue realizado con "oficios, con citas, golpeando puertas por aquí y por allá y en este Quito actual, donde me reuní con autoridades que les cambiaban cada dos semanas yo quisiera que les pregunten todos con los que me reuní por meses si he ido en nombre de Vicepresidencia, he ido sola porque pienso que las autoridades y organismos de control deben ayudar a los ciudadanos en sus requerimientos y no solo he hablado por esta boda sino por todas las bodas porque todos mis clientes son importantes”.
En una entrevista con diario Expreso, Muzo enfatizó: "quiero que sepan que estoy bien, que no me afectan en nada los comentarios 'haters' (odiadores), porque tengo la conciencia tranquila de que la excelencia conlleva mucho trabajo y esfuerzo y que me digan exagerada, lo soy, porque para hacer bodas de nivel, debes serlo".
El lunes, el vicepresidente Borrero indicó que la planificación de la ceremonia religiosa comenzó en septiembre del año pasado, cuando él aún no era Vicepresidente de la República.
Además, resaltó que "se utilizó dinero privado para una boda privada, no como en otras ocasiones que se usaba dinero público para fines privados".
En cuanto a la carta de la organizadora, Borrero manifestó su desacuerdo con la misma. "Las decisiones y comentarios de la señora son suyos, yo no estoy de acuerdo con muchos de ellos", concluyó.