Palos, piedras y gas lacrimógeno se lanzaron este martes, 25 de enero, en los exteriores del relleno sanitario El Inga, nororiente de Quito, pues moradores de la parroquia Pifo se enfrentaron con agentes municipales y policiales, en medio de una protesta para exigir que las autoridades locales revisen las medidas ambientales del lugar.
Las manifestaciones se han registrado desde el domingo, pero hoy se agudizaron cuando los ciudadanos no permitieron el ingreso de ocho camiones que trasladaban los desechos sólidos.
Policías realizaron varios pedidos verbales para que no obstaculicen la vía, pero ante la negativa de las personas hicieron uso progresivo de la fuerza para que pasen los vehículos pesados.
Habitantes de comunidades aledañas al relleno (El Inga, El Belén, Itulcachi y Santa Ana) cerraron un carril en el sentido Sangonquí - Pifo, pues dicen estar cansados de tolerar fuertes olores y contaminación que desprende el botadero.
Además, piden que el alcalde de Quito, Santiago Guarderas, acuda al sitio y escuche su malestar. Así mismo, afirman que la gerente de la Empresa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs) no ha escuchado sus quejas, por lo que reclaman su salida.
En redes sociales circulan varios videos, donde se evidencian fuertes peleas entre los protestantes y agentes municipales. Al momento, hay varios heridos de las dos partes. Se reportan vecinos y servidores con moretones en la cabeza.
Por su parte, la Emgirs informó en un comunicado que se realizó una sesión con los moradores para explicarles sobre los procesos que se llevan a cabo.
“El Relleno Sanitario cuenta con estudios técnicos realizados en el 2017 y actualizados en octubre de 2021 que validan su diseño y utilización para recibir las 2200 toneladas de desechos que se producen diariamente en Quito”, reza el documento.