“Esperamos confiadamente que nuestro hermano sacerdote reciba este cargo con celo y prudencia, que requiere la mayor gloria de Dios y el bien de los fieles”, escribió la Arquidiócesis en un comunicado.
El exorcista comentó que su trabajo será espiritual y psicológico. Además, confesó que es una tarea “bastante delicada”, pero hay que asumirla. De hecho, cada Arquidiócesis está llamada a tener una persona como él en sus filas.
Calle también explicó cómo identificar a una persona que tenga una fuerza sobrenatural en su interior.
“Poseen una fuerza impresionante. Una persona sola difícilmente se le puede detener. Es un signo exterior de que algo está adentro, alguna fuerza que no es normal”, detalló al canal TC Televisión.
Agregó que otro signo es que el afectado hable lenguas desconocidas. “La sociedad de hoy está con una carga psicológica negativa muy fuerte, en donde actúan estas fuerzas del mal”.
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Por su parte, la Arquidiócesis de Cuenca mencionó que los primeros en analizar los casos serán los sacerdotes de cada parroquia y luego pasarán al exorcista.
“Deben remitir al exorcista oficial solamente cuando vean que el caso no tiene una explicación científica”, expresó la institución.
Y si bien no se han reportado posesiones demoníacas en la ciudad, la entidad indica que es un servicio que desean brindar.
“Hay personas que se acercan pidiendo no solo un consejo, sino también liberación. Se sienten acosadas por el poder del mal”, dijo otro sacerdote a la cadena TC Televisión.
Los exorcistas existen desde hace muchos siglos y, básicamente, utilizan oraciones y material religioso como fórmulas establecidas, gestos, símbolos, iconos, amuletos, etc. Además, invocan a Dios, Jesús, o diferentes ángeles para que intervengan en el caso.