El dos de enero del 2023, la víctima esperaba en un vehículo que su pareja regresara de un local de hamburguesas. De pronto, dos sujetos desconocidos se aproximaron a ella y la asesinaron.
Durante la diligencia, efectuada este 1 de diciembre del 2023, el implicado rompió en llanto ante los magistrados y afirmó que amaba a su esposa. Agregó que el día de su muerte, él fue secuestrado por Mártires Alberto C. O. y Byron Alberto C. O., quienes le exigían el pago de una vacuna.
La misma historia relató Mártires Alberto. Sin embargo, la fiscal derrumbó la coartada y demostró que Cristian, quien estaba a media cuadra de distancia, desbloqueó el seguro de la puerta del vehículo y la víctima fue atacada por los hermanos C. O. cuando se encontraba en el interior.
La Fiscalía menciona que Byron Alberto C. O. ejecutó los apuñalamientos y Mártires Alberto verificó que no pudiera escapar por la otra puerta.
La institución enfatizó que, mientras Paola se desangraba en el auto, Cristian realizaba la transferencia de 2.000 dólares, a la cuenta de la sobrina de los sicarios, por la ejecución de su esposa.
Cuando los dos hombres huyeron, el esposo se dio “mil vueltas”: salió del local, regresó a ver al lugar donde estaba el auto, caminó hacia el vehículo, se detuvo, se regresó... Se dirigió nuevamente al auto, no llegó, fue hasta la esquina, conversó por el teléfono, subió una cuadra, bajó y llegó al auto.
Al encontrar a su esposa agonizante, no la trasladó hasta la casa de salud ubicada a dos cuadras.
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En la audiencia, la Fiscalía demostró el relato anterior con testimonios en audio y video de cámaras de seguridad. También contó la participación de dos empleadas del local comercial de Paola Ortega, quienes dijeron que Cristian no acudió al trabajo ese día, pero que ellas recibieron –por temas laborales– llamadas telefónicas del hombre.
Mientras que la sobrina de los hermanos sentenciados afirmó que sus tíos le pidieron una cuenta para recibir una transferencia, pero ella no sabía el origen del dinero. Por este testimonio, los sicarios amenazaron con matar a la joven.
Así mismo, se presentó al perito que realizó la triangulación de llamadas entre los tres sentenciados y afirmó que el día del crimen hubo conexión telefónica entre ellos.
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La perita, que practicó la autopsia psicológica a la víctima, concluyó que Cristian N. sometió a su esposa a violencia física, psicológica y patrimonial, puesto que minaba su autoestima con críticas a su apariencia física.
Paola Ortega, que administraba el patrimonio de su familia ampliada, no podía disponer de su dinero o bienes sin la autorización del agresor.
Mientras que el perito que realizó los rasgos de personalidad de los hermanos C. O. concluyó que son dos personas de alta peligrosidad.
Sobre los rasgos de personalidad de Cristian, los peritos indicaron que es narcisista-histriónico y que evade las preguntas alcanzado puntajes de insinceridad, es decir, no fue sincero con el relato y solo buscó su beneficio.
Además, el informe psicológico concluyó que posee una alta idea de planeación, por eso se probó que planificó y contrató a los hermanos para que acaben con la vida de su esposa, constituyéndose en un femicidio bajo la modalidad de sicariato.
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La Fiscalía demostró la responsabilidad de Cristian, así como el grado de coautoría del procesado Mártires Alberto C. O., y la culpabilidad de Byron Alberto C. O., como autor directo. Los jueces los sentenciaron con la misma pena de 34 y 8 meses de cárcel.
El autor intelectual deberá pagar una reparación integral de 200.000 dólares a la familia de la víctima. En cambio, los hermanos Mártires Alberto y Byron Alberto C. O. tienen que entregar 20.000 cada uno.
El Tribunal fijó una multa de 1.000 salarios básicos unificados, a los tres sentenciados, según dice un reporte del Ministerio Público.