El Gobierno Nacional anunció este lunes 17 de mayo que solicitará un proceso de diálogo con China para abordar la donación que hiciera Pekín a Quito en 2016 de 10.000 fusiles AK-47, y que el Ministerio de Defensa había planteado convertirlos en chatarra.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en un corto comunicado, aseguró que ante las declaraciones de la cartera de Defensa, que ha planteado chatarrizar los fusiles, ha decidido dirigir este asunto en otra dirección.
En primer lugar, remarcó la Cancillería, Ecuador agradece "la buena voluntad de la República Popular China en todas sus manifestaciones de ayuda a nuestro país". Asimismo, sugiere "entablar un diálogo entre ambos Gobiernos, de tal manera que se tome una decisión de mutuo acuerdo, en torno al destino de dicho armamento".
El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, aseguró el pasado 7 de abril, tras una evaluación técnica de esos fusiles efectuada en 2017, que se habría concluido que éstos, aparentemente, tenían desperfectos y que habrían sido diseñados para zurdos, lo que no se acoplaba a las características de los militares del país.
"Estas armas tienen problemas en el disparador, no cuentan con el seguro correspondiente y en su gran mayoría sirven únicamente para personas zurdas", comentó Jarrín.
Ecuador también ha anunciado la venta de tres helicópteros indios Dhruv, que suspendieron sus vuelos en el año 2015 luego que cuatro de ellos se accidentaran. Los siniestros ocurrieron desde 2009, el más grave de ellos fue en 2014, cuando la aeronave de uso presidencial se precipitó a tierra provocando la muerte de tres tripulantes.
El anuncio de la Cancillería ecuatoriana de abrir un diálogo con las autoridades chinas sobre el armamento donado en 2016 se produjo a una semana de que termine el mandato del actual presidente del país, Lenín Moreno, quien será sustituido el próximo 24 de mayo por Guillermo Lasso.