Las Fuerzas Armadas indicaron que, durante la intervención militar en el pabellón 9 de la Penitenciaría del Litoral, se decomisaron nueve fusiles, un lanzagranadas, cuatro pistolas, dos revólveres y mil balas para fusil calibre 5.56 milímetros, entre otros.
A través de sus canales oficiales, las Fuerzas Armadas colocaron imágenes del material decomisado tras ingresar en la cárcel al amparo de un decreto de excepción emitido por el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.
SOLDADOS de tierra, mar y aire se emplean en la #PenitenciariadelLitoral, decomisando armas, municiones, explosivos, sustancias sujetas a fiscalización, electrodomésticos y dinero en efectivo.#FFAAContigo🇪🇨@EjercitoECU @armada_ecuador @FuerzaAereaEc. pic.twitter.com/43Wlo8TBfb
— FFAAECUADOR (@FFAAECUADOR) July 25, 2023
"Electrodomésticos, terminales móviles, herramientas y otros varios tipos de artículos son retirados de las celdas en los pabellones de la Penitenciaría del Litoral; se continúa con el control de armas, municiones, explosivos y objetos prohibidos", indicaron las FF.AA. a las 16h30 de este martes.
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Según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), encargado de las prisiones, este martes los reos de 5 cárceles liberaron a 131 agentes de prisiones que habían retenido entre el domingo y el lunes.
El SNAI no ha informado sobre el número de reos que están en huelga de hambre en 13 cárceles, ni las razones para haber adoptado la medida de fuerza.
Según recoge el medio Plan V, citando el informe No. PN-DGSCOP-CO-2023-0233-INF de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Policía, drones controlados por integrantes de grupos de delincuencia organizada han sido utilizados para destruir parte de la infraestructura carcelaria.
Las cárceles de Ecuador han sido desde 2020 escenario de una serie de masacres en las que han sido asesinados más de 468 presos, producto de enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan el control interno de los centros de reclusión.
A ello se suma las condiciones carcelarias, con un hacinamiento que puede llegar en algunos casos al 50% de la capacidad de la cárcel.
La situación de violencia también se ha trasladado a las calles, con los grupos del crimen organizado en disputa por el control de las rutas del narcotráfico, en especial en la zona de la costa, donde están los puertos que han hecho de Ecuador uno de los principales trampolines de la cocaína que llega a Europa y Norteamérica.