La Contraloría General del Estado (CGE) encontró varias "novedades" luego de auditar el abastecimiento de dispositivos médicos, insumos y medicamentos, realizado entre agosto de 2020 y diciembre de 2021, en el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín (Hcam), de Quito.
Según la entidad de control, la reducción en más de $ 20.4 millones del presupuesto destinado a la compra de medicamentos provocó que, en 2021, el hospital de IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) sufra desabastecimiento de fármacos para el tratamiento de pacientes con enfermedades catastróficas, raras, huérfanas y de especialidad.
El informe de auditoría evidencia varias novedades sobre la formulación del Plan Anual de Compras (PAC) 2021 de la entidad. Por ejemplo, de la planificación se excluyeron seis fármacos para tratar artritis, esclerosis múltiple, leucemia, cáncer, trasplantes, etc., y de dos medicamentos se solicitaron cantidades mínimas que no cubrieron el stock anual.
La farmacia no despachó las cantidades prescritas de Bosentán sólido oral 125 mg, Metotrexato sólido parenteral 500 mg y Sirolimus sólido oral 1 mg, a pacientes con hipertensión pulmonar, cáncer y trasplantes, puesto que las existencias fueron insuficientes.
Además, el PAC 2021 no incluyó diez medicamentos para el tratamiento de enfermedades catastróficas, raras y huérfanas. Entre ellos, los saldos disponibles de seis fármacos no permitieron cubrir la demanda de los pacientes y el hospital no contó con cuatro medicinas para atender dolencias como cáncer de mama, hepatitis b y c y artritis.
También se disminuyó la cantidad de medicamentos judicializados, como Ataluren y Galsufasa, aspecto que se corrigió después frente a la demanda de los pacientes. Además, antibióticos, emulsiones grasas, anticoagulantes, antidepresivos, medicamentos para la diabetes, ansiolíticos, corticoides y analgésicos, que fueron utilizados en 2020, no se incluyeron en el PAC de 2021.
En cuanto a los dispositivos médicos, 3.129 ítems presentaron stock cero al 31 de diciembre de 2021, debido a que no se cumplieron las políticas para mantener una provisión de seguridad, que evite el desabastecimiento y garantice atención continua.
En consecuencia, las unidades médicas del Hcam no contaron con kits de traqueotomía percutánea, gasas de algodón, kits para determinación de SarsCov2 por RT-PCR en tiempo real, kits de destete corrugados, kits universales de anestesia de un solo cuerpo para adultos, catéteres, batas de manga larga y suturas, entre otros insumos.
Estas deficiencias ocurrieron, según la Contraloría, porque se disminuyó el techo presupuestario para la planificación de 2021. En el caso de los medicamentos, los recursos se redujeron de $ 39’730.646 a $ 19’477.581, por lo que el Comité Técnico de Farmacia y Terapéutica debió ajustar las medicinas de especialidades, oncológicas y judicializadas. Esta instancia alertó que esas asignaciones solo abastecían en un 38 % al hospital.
El informe de auditoría señala que la decisión de menguar en $ 20’253.065 el financiamiento para las compras de 2021, se adoptó sin contar con análisis de estadísticas de morbilidad, estudios de consumo de medicamentos, patrones de prescripción del último año, lo que ocasionó el desabastecimiento de la farmacia.