Aunque la crisis eléctrica que atraviesa Ecuador no es una sorpresa, el abrupto cambio en los horarios de los cortes de luz programados para este lunes 23 de septiembre de 2024 sí tomo por sorpresa a los ecuatorianos, a la medianoche del domingo.
Desde la semana anterior, el Gobierno comenzó oficialmente el tercer periodo de racionamientos eléctricos en diversas zonas del país. Esta medida se implementó el miércoles pasado durante la noche, y estuvo acompañada de un toque de queda en seis provincias y un cantón.
La situación en las hidroeléctricas no ha mostrado mejoría, y ni siquiera con la llegada de una planta eléctrica flotante alquilada con 100 megavatios de potencia, de la empresa Karpowership, del grupo energético turco Karadeniz, entre otras acciones del Gobierno, se ha podido palear la emergencia.
Como resultado, los apagones se han vuelto más urgentes y prolongados. ¿Cuál es la situación actual de Ecuador y qué se pronostica? Aquí te presentamos algunas claves de la crisis eléctrica.
El país volvió a los apagones en octubre de 2023, durante el gobierno del expresidente Guillermo Lasso, quien señaló que, además de la sequía de los ríos, la crisis “también era consecuencia de la inacción de gobiernos anteriores".
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La crisis ya había estallado en medio de la campaña presidencial para elegir al sucesor de Lasso. En plena contienda, el entonces candidato Daniel Noboa afirmó que el problema del país no radicaba en la generación de energía, sino en su transmisión. Aseguró que contaba con un plan para enfrentar la emergencia.
En febrero pasado, el Ministerio de Energía y Minas anunció que los racionamientos de energía "se acabaron".
Las condiciones climáticas y la mejora en los embalses llevaron al Ejecutivo a concluir que no sería necesaria la suspensión del suministro, ya que las reservas hídricas eran suficientes para evitar futuros cortes de energía. Este anuncio llegó como un alivio para la población que sufrió semanas de interrupciones.
Un mes antes, el Gobierno de Noboa también logró, con 131 votos a favor de los 136 legisladores presentes, que el Pleno de la Asamblea Nacional aprobara el proyecto de Ley Orgánica de Competitividad Energética, conocida como «Ley No Más Apagones». Entre sus objetivos fundamentales contempla incrementar la oferta de generación de electricidad promoviendo la inversión en el sector eléctrico.
No obstante, a mediados de abril de este año, el país volvió a quedarse a oscuras. Daniel Noboa pidió la renuncia de la entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo, a quien la denunció junto a otros 21 ex funcionarios de un presunto sabotaje, a puertas de la Consulta Popular 2024.
Además, Noboa declaró la emergencia en el sector energético y también anunció que el Gobierno asumiría el 50% de las planillas eléctricas de los hogares correspondientes al mes de abril.
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"Dejaron correr el agua, se abrieron las compuertas", así describió la crisis el ex secretario de Comunicación Roberto Izurieta, refiriéndose a la falta de agua en la hidroeléctrica Mazar, parte del complejo Paute, que abastece el 38% de la energía eléctrica del país. Sin embargo, varios expertos cuestionaron la tesis del Gobierno.
La matriz de generación eléctrica de Ecuador depende en más del 70 % de la energía hidroeléctrica, principalmente de la central Coca Codo Sinclair, la más grande del país con 1.500 megavatios de potencia, y del embalse de Mazar, el segundo de mayor capacidad en el país. Este último alimenta un complejo de tres centrales hidroeléctricas, que en conjunto aportan otros 1.757 megavatios.
Cualquier alteración en estas dos infraestructuras compromete la capacidad del sistema eléctrico para cubrir la demanda nacional. En momentos críticos, el país ha recurrido a la importación de electricidad desde Colombia como medida paliativa
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Lo que inicialmente se presentó como "mantenimientos programados" resultó ser una crisis energética: las represas y centrales hidroeléctricas registran niveles de agua en mínimos históricos. El ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalvez, advirtió este 23 de septiembre sobre la grave situación del embalse Mazar, clave para el sistema energético nacional, y anunció futuros apagones.
Goncalvez destacó que la prioridad es mantener Mazar operativo, ya que su gestión determinará los horarios de los cortes de luz. “Solo hay dos opciones para controlar el embalse: que llueva y bastante, lo cual no podemos controlar”, puntualizó.
El Gobierno ha señalado que Ecuador enfrenta "el peor estiaje en los últimos 61 años", lo que ha obligado a tomar decisiones difíciles para gestionar el sistema eléctrico de manera responsable.
En medio de los apagones que afectan al país, el presidente Daniel Noboa, quien viajó a Nueva York para la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU, se refirió a la crítica situación.
Noboa reconoció que Ecuador vive un "caos", pero atribuyó la crisis a la intensa sequía, no a una falta de planificación. “Estamos enfrentando la peor sequía en seis décadas. Sí, planificamos, pero para un estiaje normal, basado en 100 años de datos, no en el peor en 61 años”, subrayó.
Ecuador declaró alerta roja en 20 provincias por la peor sequía en más de seis décadas, informó este lunes el secretario de Gestión de Riesgos, Jorge Carrillo.
La falta de lluvias, altas temperaturas y déficit hídrico han afectado la agricultura, el suministro de agua potable, la producción hidroeléctrica y han intensificado incendios forestales.
Los cortes de electricidad se deben al déficit de generación en las principales hidroeléctricas afectadas por el estiaje. Sin embargo, expertos también señalan que la falta de mantenimiento e inversiones durante administraciones anteriores ha agravado la crisis energética.