La indagación y el buen uso de la tecnología son necesarias para una exitosa escolaridad en casa
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La manera de acceder al aprendizaje, en cualquiera de sus fases, ha evolucionado de acuerdo con las circunstancias universales que se viven hoy en día La pandemia ha sido una de ellas.
La crisis sanitaria vivida en el Ecuador, así como en otros países, provocó que padres de familia y las instituciones educativas tuvieran que experimentar una “educación online de emergencia” trayendo múltiples aprendizajes y desafíos para ambos frentes.
Uno de ellos es el uso de plataformas de internet, las cuales representan un beneficio muy importante, siempre y cuando se cuente con una adecuada metodología de estudio y los equipos o herramientas oportunas para la formación en casa.
Y es justamente en la metodología donde debe intervenir la indagación, así lo explica Rodolfo Chang, rector de la Unidad Educativa Particular Politécnico, Copol, quien también afirma que el profesor es quien debe lograr que el estudiante se plantee interrogantes y sea él mismo quien encuentre sus respuestas para luego compartirlas con sus compañeros de clase.
“Esta cultura de investigación prepara a los alumnos para desenvolverse en un futuro incierto y es la que hemos practicado en nuestro plantel. Hace un año no imaginábamos que todos íbamos a estar trabajando desde casa con la ayuda de plataformas de videoconferencia lo hemos logrado”, comenta el rector.
Desde hace 15 años Copol viene trabajando con la plataforma educativa Moodle, como un complemento a las clases tradicionales, donde el profesor pone las tareas, videos y comentarios. “También teníamos una plataforma en la que había una comunicación entre padres, estudiantes y profesores para que estén familiarizados con las tareas. Algo nuevo que implementamos en la pandemia fue la incorporación de una plataforma para que exista ese contacto visual entre maestros y alumnos, garantizando su privacidad”, indica Chang.
Para capacitar al equipo docente ante esta nueva modalidad de enseñanza, los maestros recibieron clases de expresión corporal y buscaron aplicaciones complementarias lúdicas para que puedan interactuar con los estudiantes.
Durante el año lectivo anterior, Copol logró mantener su mismo horario de clases, apoyándose con pausas activas, laboratorios virtuales y otras estrategias que mantenían la atención de los alumnos, incluso en los más pequeños.
Estos y otros aspectos positivos han logrado que exista una preferencia hacia la tele-educación, algo que ya se ha venido acrecentando en otros países. En España, según la Asociación para la Libre Educación (ALE), la pandemia provocó que cada vez haya más familias interesadas en este modelo educativo.
A partir del próximo año lectivo, Copol incorporará la presencialidad de sus clases de manera progresiva, de acuerdo a la elección de sus alumnos. En un inicio será en las clases de laboratorio, talleres de dibujo o de robótica y en una siguiente fase se crearán paralelos virtuales y físicos.
Durante la pandemia, varios estudiantes también continuaron con sus proyectos en diferentes áreas, una de ellas fue la de robótica. Ejemplo de ello fue una prótesis robótica, realizada con una impresora de 3D, este proyecto estuvo a cargo de una alumna de tercero de bachillerato, en la que por medio de sensores si la alumna movía su mano, la prótesis lograba imitar el mismo movimiento.
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