Israel despidió hoy a su icónico escultor y pintor Menashe Kadishman, uno de los artistas israelíes de mayor trayectoria internacional conocido gracias a su insistente inclinación por pintar coloridas ovejas.
"Más allá de ser un artista y creador gigante, lo que le caracterizaba era su gran corazón", dijo del escultor el presidente israelí, Reuvén Rivlin, al colocar hoy ante su féretro una corona de flores, en un acto en el Museo de Arte de Tel Aviv.
Kadishman falleció el viernes en el hospital Tel Hashomer, a las afueras de Tel Aviv, a causa de una grave enfermedad, y hoy toda la comunidad artística del país le rindió honores antes de que sea enterrado esta tarde en un cementerio de la ciudad.
Nacido en Tel Aviv en 1932, inició su carrera de la mano de los artistas Moshe Sternschuss y Rudi Lehmann, dos de los promotores del arte local durante el período del Mandato Británico, pero el mayor impacto en la obra del fallecido lo tuvo su paso por un kibutz al sur de la Galilea, en el valle de Jezrael.
Allí trabajó como pastor de ovejas, función que se convertiría en motivo recurrente de su obra pictórica y casi un sello personal de su visión artística.
A finales de los años cincuenta Kadishman se trasladó a Londres para continuar su carrera en la Martin's School of Art, donde trabajó junto al renombrado escultor Anthony Caro, quien por aquella época se volcaba en las esculturas soldadas con acero y hierro.
Las obras de Kadishman ganaron proyección internacional a partir de 1967, cuando ganó el primer premio de la V Biennale de París, y diez años después a través de su llamativa participación en la Bienal de Venecia, donde expuso un conjunto de ovejas todas pintadas, en lo que él consideró una expresión de "arte vivo".
En las últimas décadas, Kadishman regresó a la pintura, desarrollando un estilo personal lleno de expresividad y emociones y plasmado a través de cientos de lienzos que recurren una y otra vez al personaje central de su juventud: la oveja.
Kadishman, una de cuyas esculturas más emblemáticas "Fallen Leaves" (Hojas caídas) se encuentra en el Museo Judío de Berlín, también coqueteó con la temática bíblica, así como los conceptos de la vida y la muerte.
En 1995 su país le concedió la mayor distinción local, el Premio Israel de Escultura.