Un Boeing 737-800 de China Eastern se estrelló hoy en la provincia meridional china de Guangxi con 132 personas a bordo en la peor catástrofe aérea civil registrada en el país asiático desde 2010.
El vuelo tenía una duración prevista de una hora y cuarenta minutos, en la que el aparato, de casi siete años de antigüedad, debía recorrer los 1.357 kilómetros que separan Kunming de Cantón.
Según datos del portal de seguimiento de vuelos FlightRadar24, la aeronave volaba a las 14h19 a una altitud de 29.100 pies (8.870 metros) cuando, a unos 55 kilómetros al oeste de la localidad de Wuzhou, comenzó a descender.
El último punto de contacto del vuelo, según el citado portal, fue a unos 25 kilómetros al suroeste de Wuzhou, a una altitud de 3.225 pies (989 metros), a las 14h22, lo que supondría que en apenas tres minutos el aparato descendió casi 8.000 metros.
Por el momento se desconocen si hay supervivientes, así como tampoco hay información sobre lo que habría provocado el accidente.
Equipos de rescate enviados desde diferentes puntos del sur de China se dirigieron al lugar para iniciar -una vez extinguido el fuego- las labores de búsqueda aunque con pocas perspectivas de encontrar supervivientes, dada la altura desde la que el aparato se precipitó al suelo, según imágenes difundidas en las redes sociales.
Tras el suceso, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró sentirse "conmocionado", y el Consejo de Estado (Ejecutivo) formó un comité para investigar tanto las causas del accidente "lo antes posible" como otros posibles problemas de seguridad en el sector de la aviación civil con el objetivo de "garantizar la absoluta seguridad de las operaciones de aviación".
La última tragedia aérea de la que informó la aviación china fue el 24 de agosto de 2010, cuando un vuelo de Henan Airlines se estrelló en la ciudad de Yichun, en la provincia nororiental de Heilongjiang, causando la muerte de 44 personas.
CHINA EASTERN Y BOEING CAEN EN BOLSA
Menos de una hora después de que se confirmara el suceso, la página web y la aplicación de la aerolínea China Eastern, la segunda del país, fundieron sus pantallas a blanco y negro en señal de luto por el accidente.
También ordenaron que todos los aparatos 737-800 permanezcan en tierra tras el accidente hasta que se tengan más datos sobre lo ocurrido, según la prensa local.
Tras el siniestro, hacia las 17.15 hora de Pekín (09.15 GMT), las acciones de China Eastern en Nueva York perdían un 16,03 % durante las negociaciones previas a la apertura del mercado, según el portal de noticias económicas Yicai.
Ese mismo medio indica que también se resintieron con fuerza hacia esa misma hora los títulos de Boeing, que rebajaban su valor en un 8 % en Londres y un 6,6 % en Nueva York.
En los últimos meses, la compañía estadounidense parecía encontrarse cada vez más cerca de volver a conseguir la autorización para que sus 737-MAX -un aparato diferente al accidentado- volasen de nuevo en China tras su prohibición en marzo de 2019 después de dos accidentes, en Etiopía e Indonesia, que provocaron la muerte de casi 350 personas.