Ucrania rechazó este lunes los corredores humanitarios hacia Rusia y Bielorrusia propuestos por Moscú y se prepara para nuevas ofensivas en varias zonas del país, entre ellas Kiev, tras una noche de violentos bombardeos.
El ejército ruso anunció por la mañana la suspensión temporal de ataques en algunas zonas "con fines humanitarios" y la apertura de corredores humanitarios para evacuar a civiles de Kiev, Járkov, del puerto sitiado de Mariúpol y de la localidad de Sumy, cerca de la frontera rusa.
Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia y el gobierno ucraniano rechazó de plano la propuesta.
"No es una opción aceptable", dijo la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk. Los civiles evacuados de las ciudades de Járkov, Kiev, Mariúpol y Sumy "no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión e ir a Rusia", advirtió.
Por su parte, el presiente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió el domingo que Rusia se preparaba para bombardear Odesa, un puerto estratégico en el mar Negro.
- "Cadáveres por todas partes" -
El ataque con misiles contra el aeropuerto de Vinnytsia, unos 200 km al suroeste de Kiev, causó el domingo la muerte de cinco civiles y cuatro militares, según los socorristas ucranianos.
Cientos de civiles han perdido la vida y miles resultaron heridos en esta guerra. A los muertos se suma un doloroso éxodo hacia países vecinos que deja imágenes que interpelan al mundo entero.
En la ciudad portuaria de Mariúpol, el domingo fracasó un nuevo intento de permitir la salida de civiles por el no respeto de un alto el fuego acordado, del que se acusan mutuamente rusos y ucranianos.
En esta estratégica urbe a orillas del mar de Azov se viven "escenas devastadoras de sufrimiento humano", según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Una familia que logró salir de la ciudad describió las condiciones extremas que sufrieron.
"Pasamos siete días en un sótano sin calefacción, electricidad o internet, y se nos acabó el agua y la comida", contó una persona que pidió anonimato al llegar a Dnipro, en el centro de Ucrania.
"En la carretera vimos cadáveres por todas partes, rusos y ucranianos... Vimos que las personas fueron enterradas en sus sótanos", agregó.
En Irpin, una pequeña localidad en las afueras de Kiev, el alcalde dijo haber visto a dos adultos y dos niños muertos "ante sus ojos" cuando les cayó una bomba.
"Son monstruos. Irpin está en guerra, Irpin no se ha rendido", escribió Oleksandr Markushyn en la red Telegram, admitiendo sin embargo, que parte de la ciudad está en manos rusas.
- Caen las bolsas, suben petróleo y gas -
Los países occidentales han impuesto sanciones sin precedentes contra empresas, bancos y oligarcas para asfixiar la economía rusa y presionar a Moscú a detener su asalto.
Estados Unidos admitió que está barajando la opción de prohibir la importación de petróleo ruso, lo que hizo que el precio del crudo Brent rozara los 140 dólares, muy cerca de su récord histórico. Los precios del aluminio y el cobre también registraron este lunes precios inéditos.
El precio del petróleo, que podría acentuar una inflación ya alta, hizo que las principales bolsas europeas registraran este lunes retrocesos superiores al 4%. Mientras tanto, el gas natural europeo se disparó un 60%, a más de 300 euros el megavatio-hora, en un escenario de miedo por un posible corte de las entregas procedentes de Rusia.
Putin equiparó estas represalias económicas a una declaración de guerra, y prometió que Rusia logrará "neutralizar" a Ucrania, "ya sea por la negociación o por la guerra".
Voz disonante en este contexto internacional, China reiteró el lunes su amistad "solida como una roca" con Rusia, pero se dijo dispuesta a participar en una mediación de paz "si fuera necesario".
Este lunes está prevista una tercera ronda de conversaciones ruso-ucranianas, pero las expectativas no son buenas. El mandatario ruso ha puesto como condición previa la aceptación por parte de Kiev de todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país.