Tan pronto comenzó su largo viaje, en agosto del 2017, la depresión y estrés que lo habían agobiado desde hace meses fueron reemplazados por un sentimiento de júbilo y liberación, a lo cual apuntaba para recuperar el ritmo de su vida.
Partiendo desde la playa Llangennith en Swansea, "Chris", como se refieren a él sus amigos, comenzó a documentar su viaje a través de una cuenta de Instagram, en la que publicaba fotos luciendo una larga barba y posando en paradisiacos parajes.
Al ver que su número de seguidores incrementaba, el exparacaidista decidió alentar a quienes conocían su historia a donar para la Asociación de Familias de Soldados, Marineros y Aviadores, una organización benéfica del Reino Unido que brinda apoyo de por vida a hombres y mujeres y veteranos de las Fuerzas Armadas Británicas.
Satisfecho por reunir dinero mientras acumulaba millas tras de sí, Chris siguió caminando por toda la costa de la nación insular que conocía desde niño, guardando historias que contar a cientos de personas que se cruzaban en su camino.
En una entrevista con CNN, el viajero relató una historia de amor que comenzó durante su travesía. Una mujer del norte de Irlanda llamada Kate conquistó su corazón tan pronto la conoció. A partir de ese encuentro, el hombre retomó su camino, acompañado por quien se convertiría en la madre de su hijo.
“Ahora caminamos como una pequeña familia (...) Fue bastante surrealista tener a alguien conmigo. Pero a Kate le encanta hacer todas las cosas que a mí me gustan. Simplemente parece tejer tan perfectamente juntos “, comentó Chris.
El bebé de la pareja, Magnus, nació en mayo del 2022 en Dorset, un condado del sur de Inglaterra. “Tuvimos un par de meses básicamente para dejar que Kate se recuperara, y luego decidimos continuar", acotó Chris.
Después de casi seis años, el exparacaidista ha recorrido más de 14 mil kilómetros, recaudado cerca de 400 mil dólares para la fundación que apoya por parte de personas que conocen su historia y, lo que considera más importante, formado una pequeña familia.